Gracias Lylian!! por esta "Dieta de Palabras"

Una dieta de palabras. Una dieta de pensamientos. La regla general es la siguiente:
TE ENTREGO TODOS MIS PENSAMIENTOS, NO QUIERO QUEDARME CON NINGUNO DE ELLOS, EN SU LUGAR, DAME LOS TUYOS.

Esa es la regla general y la dieta a seguir.
quiero llevarla a cabo por un mes, al menos.

Lo esencial es utilizar la menor cantidad de palabras posibles. Intervenir lo mínimo. Opinar lo mínimo. Juzgar lo mínimo. Hasta llegar a un punto en el que: no intervenga, no opine y no juzgue.
Al no mover los labios cada vez que un pensamiento viene a mi mente como una reacción inmediata, tengo un tiempo valiosísimo para observarlo. Para ver de dónde proviene ese pensamiento y a dónde me quiere llevar. Y he descubierto, con feliz asombro, que la mayoría de mis pensamientos son innecesarios y, por lo tanto, no merecen mi atención hasta el punto de ponerlo en palabras.

En silencio observo mis pensamientos, estoy atenta y repito el mantra con el que di inicio a esta entrada:


TE ENTREGO TODOS MIS PENSAMIENTOS, NO QUIERO QUEDARME CON NINGUNO DE ELLOS, EN SU LUGAR, DAME LOS TUYOS.

Entrego mis pensamientos al Padre... ninguno que no comparta con Dios se merece estar en mi santa mente... y abro un espacio para recibir únicamente Sus pensamientos, que son los únicos que quiero tener y para recibir su gracia sanadora.

A medida que no reacciono abriendo mi boca cada vez que un pensamiento atraviesa mi mente. La mente empieza a silenciarse, a tranquilizarse, y a colocar su atención más allá de este mundo hacia la paz de Dios. Es por eso que establecí un mes como mínimo para la dieta, para permitir que el silencio se estabilzara finalmente en mi mente. ¿Te unes a esta dieta?

QUE EL SILENCIO SEA MI OFRENDA A TI PADRE MIO.

Amén.

Publicado por Lylian Labarca en 9:44 PM