¡AMADO DIOS! YO:

Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar. [UCDM - LT, Cap. 2, 18.2 - 18.6]

♥ Una excelente obra ♥

♥ Una excelente obra ♥
Cargando

miércoles, 26 de noviembre de 2014

SOMOS COMO NIñOS

SOMOS COMO NIñOS

Es beneficioso tener presente a medida que leemos el Curso cuán a menudo Jesús se refiere a nosotros como niños pequeños. No nos llama ni adultos ni personas maravillosamente maduras. Una y otra vez, nos dice que somos como niños. El Curso está escrito para nosotros como niños pequeños, en la forma en que Jesús, como un hermano mayor más sabio, que entiende la diferencia entre la realidad y la ilusión, está tratando de enseñarles a sus hermanos y hermanas menores algo sobre lo cual no tienen la más mínima idea. Es extremadamente humilde y beneficioso aceptar el hecho de que, sí, somos cual niños pequeños. No tiene la intención de insultarnos. Si podemos aceptar eso, entonces podemos comenzar a aceptar la ayuda que está ahí.

Cuando negamos ser como niños, estamos reproduciendo el error original cuando nos volvimos hacia Dios y dijimos: “Ya no te necesito más. Puedo hacerlo yo solo. Puedo hacerlo a mi manera. Sé mejor que Tú lo que necesito y lo que quiero. Si no me lo vas a dar, lo haré yo solo.” Y eso hicimos. Nos separamos dentro del sueño y fabricamos un mundo y un yo; una identidad de la cual decimos: “Este es quien soy.” Y de algún modo, en la demencia de nuestras mentes, realmente creemos que esto es mejor que el Cielo que tiramos. Obviamente esto no es humildad; es la cumbre de la arrogancia. Y ciertamente no es cordura. Es la cumbre de la demencia. Jesús nos está preguntando siempre en el Curso por qué persistimos en creer en algo que francamente no funciona, y que sabemos que no funciona.

Hay dos líneas en el texto -unos cientos de páginas aparte- que si se unen, dicen: “Renuncia ahora a ser tu propio maestro, pues te enseñaste muy mal” (T-12.V.8:3; T-28.I.7:1). Firme, terca y tenazmente rehusamos hacerlo. Decimos: “No, yo soy mi propio maestro, y sé lo que estoy haciendo,” incluso cuando es obvio que no sabemos lo que estamos haciendo en absoluto, y que nada de lo que jamás hemos hecho por nuestra cuenta funciona. Por lo tanto, Jesús nos está diciendo básicamente en el Curso: “Lo que has hecho no funciona. ¿Por qué al menos no me das o le das al Espíritu Santo una oportunidad, puesto que no tienes nada que perder? Ya lo has perdido todo. Y aquí nada va a funcionar jamás o a brindarte felicidad o paz.

Pero nos sentimos aterrados del amor -estamos tan aterrados de Jesús y de Dios- que continuamente nos resistimos a lo que Jesús nos dice, y levantamos una barrera tras otra para mantener su amor alejado. El comienzo de darle la vuelta a esto llega cuando somos capaces de reconocer lo que estamos haciendo y entonces podemos decir: “Sabes, aquí hay algo realmente erróneo. Puede ser, solo tal vez, hay una leve posibilidad de que me haya equivocado.” Ese reconocimiento es la invitación al Espíritu Santo de la cual habla el Curso. Eso abre la puerta. 

~Ken Wapnick 

domingo, 13 de julio de 2014

SER TESTIGO FIEL DE LA VERDAD:


SER TESTIGO FIEL DE LA VERDAD
Ser testigo fiel de la Verdad, de la paz, del amor, ser testigos de una vida espiritual verdadera, requiere de un firme compromiso de decir y vivir desde la verdad a pesar de todos los errores que muchas veces cometemos, requiere de ser bondadosos y compasivos con nosotros mismos por causa de esos errores, en consecuencia, nos volvemos igualmente bondadosos y compasivos con los errores de los demás... al contrario sucede de la misma manera, si hacemos juicios y condenas llenas de venganzas y castigos hacia los demás, éso mismo es lo que estamos haciendo con nosotros mismos, todo sucede en nuestras mentes, en ningún otro lado, y sólo reconocemos y aceptamos para nosotros mismos, todo aquello que damos a los demás... en ésto no hay nada de ambigüedad, nada que sea discutible, simplemente es una ley de la naturaleza.
Ser testigo de la Verdad, del Amor, de la Paz, requiere de decir la verdad con ecuanimidad, con coherencia, sin importar las consecuencias de los juicios tanto internos como externos... eso implica reconocer nuestros errores delante de quien sea y en donde sea, a pesar de todo el miedo que le tenemos al que dirán, a la desaprobación pública que percibimos en la humanidad que soñamos dormida en sus propias mentiras y evasiones personales.
Ser testigo de la verdad, muchas veces es muy agradable, lleno de grandes satisfacciones, pero... otras veces no es nada agradable producto de nuestras propias evasiones y mentiras personales, de nuestras propias resistencias y creencias personales, nuestros propios miedos que nos paralizan y nos inducen a luchar y luchar una y otra vez en contra fantasmas, de ilusiones que sólo existen en nuestras propias mentes erradas.
Ésto mismo es lo que estoy aprendiendo, recordando, compartiendo, dando, porque ésto mismo es lo que quiero recibir para mí mismo.
GRACIAS... GRACIAS... GRACIAS...
NAMASTE

René Marcel Vivaldi


René Marcel Vivaldi

El perdón, el mayor sanador de todos!

El perdón, el mayor sanador de todos!

Perdonar es la prescripción para la felicidad.
No perdonar es la prescripción para el sufrimiento.
¿Es posible que todo el dolor independientemente de su causa tenga
alguna componente de falta de perdón?
Abrigar pensamientos de venganza o retener nuestro amor y compasión
ciertamente tienen que interferir con nuestra salud y nuestro sistema
inmunitario.
Aferrarnos a lo que llamamos ira justificada interfiere con que podamos
experimentar la paz de Dios.
Perdonar no quiere decir que tengamos que estar de acuerdo con lo que se nos hace. No significa condonar comportamientos atroces.
Perdonar significa no vivir más en el pasado del miedo.
Perdonar significa no rascar mas las cicatrices para que la herida continúe sangrando.
Perdonar significa vivir y amar completamente en el presente, sin las sombras del pasado.
Perdonar significa liberarse de la ira y de los pensamientos de ataque.
Perdonar significa abandonar toda esperanza de un pasado mejor.
Perdonar significa no excluír a nadie de tu amor.
Perdonar significa sanar la brecha en tu corazón causada por pensamientos que no perdonan.
Perdonar significa ver la Luz de Dios en todos, independientemente de su comportamiento.
El perdón no es sólo para la otra persona ---sino para nosotros mismos, para los errores que hemos cometido y para la culpa y la verguenza a las que aún nos aferramos.
El perdón en su sentido más profundo es el perdón a nosotros mismos por separarnos de un Dios amoroso.
El perdón significa perdonar a Dios y a nuestras posibles interpretaciones erróneas de Dios que apuntan a que alguna vez fuimos abandonados o que estamos solos.
Perdonar este mismo instante significa que dejamos de ser Rey o la Reina del club de los postergadores.
El perdón abre las puertas para que nos sintamos unidos al Espíritu, en unidad con todos y todos en unidad con Dios.
Nunca es demasiado pronto para perdonar.
Nunca es demasiado tarde para perdonar.
¿Cuánto tiempo se tarda en perdonar?
Depende de tu sistema de creencias.
Si crees que nunca sucederá, entonces nunca sucederá.
Si crees que han de transcurrir 6 meses, te llevará seis meses.
Si crees que te llevará un segundo, ese es todo el tiempo que tomará.
Yo creo con todo mi corazón que la paz llegará a este mundo Cuando cada uno de nosotros asuma la Responsabilidad de perdonar a todos, incluyéndonos a nosotros mismos, completamente.
-- Tomado del Epílogo del libro
Forgiveness: The Greatest Healer of All
by Gerald G. Jampolsky, M.D.

martes, 8 de julio de 2014

Los Cuatro Hábitos Para La Paz Interior por Liz Cronkhite

Los Cuatro Hábitos Para La Paz Interior por Liz Cronkhite

El título de este articulo es basado en un extracto del libro de Liz Cronkhite titulado (Four Habits for Inner Peace) Cuatro Hábitos Para La Paz Interior. El libro se consigue solamente en Inglés. Y podria decir que esa es mí practica.

“Un buen maestro enseña mediante un enfoque positivo, no mediante uno negativo. No hace hincapié en lo que tienes que evitar para escapar de lo que te puede hacer daño, sino en lo que tienes que aprender para ser feliz. Piensa en el miedo y en la confusión que un niño experimentaría si le dijeran: "No hagas eso porque es muy peligroso y te puede hacer daño, pero si haces esto otro, no te harás daño, estarás a salvo y no tendrás miedo". Definitivamente es mucho mejor usar tan solo tres palabras: ‘¡Haz sólo esto!’ Esta simple afirmación es perfectamente inequívoca y muy fácil de entender y de recordar.” (T-6.V.3)

Últimamente algunos estudiantes han pedido una simplificación de lo que deben hacer para "aceptar la expiación" por sí mismos y estar en paz. Un Curso de Milagros enseña ciertos hábitos en el libro, y hace hincapié en ciertos comportamientos en todo, y he destilado éstos en lo que yo llamo los "Cuatro Hábitos para la Paz Interior"

Estos hábitos son los que desarrollé para mí, primero para retornar a ellos espacialmente durante momentos difíciles, y luego por decisión debido a la paz que me brindaban. Al aplicar estos hábitos primero tu vida será más simple y cada parte de tu vida se desarrollará de forma natural y sencilla a raíz de aplicarlos.

La meta es llegar a vivir estos hábitos. A medida que desarrollas estos hábitos, naturalmente, encontrarás obstáculos a la paz. Los hábitos mismos te ayudarán a trabajar a través de los obstáculos al motivarte a aceptar la paz en lugar de miedo. 

Todos estos hábitos trabajan en conjunto para apoyar los otros hábitos y se pueden desarrollar de forma simultánea, aunque es posible que desees hacer hincapié en un hábito sobre otros hasta que sientas que entiendes el proceso.

Comulgar con Dios a Diario
“La oración es un hacerse a un lado, un abandonar, un tiempo sosegado de escuchar y amar.” (S-1.I.5)

Por "Comulgar" me refiero a simplemente estar con Dios. Esta es la verdadera oración. Te sientas en algún lugar donde no serás distraído, cierras los ojos y tranquilizas tu mente. Deja que todos los pensamientos pasen y te sumerges en la tranquila en el centro de tu mente. No estás pidiendo nada, no pretendes nada. Te abres a Dios sin condiciones. Esto es lo más importante hacer todos los días. Esto por sí solo hace que cambios increíbles te apoyen hacia la paz dentro de ti.

Practicar el Instante Santo a lo Largo del Dia
“Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar.” (W-182)

Esta es una mini versión de la comunión con Dios. En varias ocasiones a lo largo del día - al igual que el libro de ejercicios te enseña -  deja de prestar atención al mundo por un instante y recuerda que estás en Dios. No tienes que establecer un horario rígido. Hazlo simplemente cada vez que dejes de estar ocupado y tengas un momento. Puedes incluso desarrollar este hábito de dejar de poner tu atención en el mundo y recordar tu unidad con Dios en medio del ajetreo y ruido. Según esto se convierte en un hábito la conciencia de Dios permanece contigo cuando vuelves a poner tu atención en mundo y no tendrás que dejar de poner tu atención en el mundo tan a menudo - ya estás "ahí".

Extiende Amor para Mantener el Amor en tu Consciencia
“Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres.” (T-6.I.13:2)

Una vez que hayas establecido una relación con Dios y sientes esa conexión durante todo el día, te sientes una persona llena y completa. Debido a que estás descansando en el amor, se amplía automáticamente. Pero hasta que tengas esa sensación de plenitud, debes elegir conscientemente pasar por alto tus proyecciones de ego y buscar el amor de Dios en su lugar. Extendiendo el amor es la forma de mantener el amor en tu conciencia y recordar que eres el amor.

Permite Que El Espíritu Santo te Guíe

“Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino.” (W-155)

No hay ningún punto en desarrollar una relación con Dios si vas a permanecer separado de Dios. Puedes tener momentos de paz, pero seguirás experimentando conflicto la mayor parte del tiempo. El desarrollo de este hábito lleva la mayor parte del tiempo, ya que es el habito que mas resistimos. 

Debes dejar a un lado tus metas personales (ego), al igual que dejar todos los juicios y decisiones al Espíritu Santo. Esto requiere que puedas discernir entre lo que es ego y lo que es el Espíritu Santo en tu mente. Cuando se practica el instante santo y recuerdas dejar que el Espíritu Santo sea tu único Guía, puedes estar seguro de que estás siendo guiado, incluso aun cuando no parezcas sentirlo.

Uno de los primeros obstáculos que encontrarás según intentas poner estos hábitos en practica son objetivos distintos a Dios. Cuando te confundes, recuerda que sólo tienes que practicar estos cuatro hábitos, y nada más, no importa lo que esté sucediendo en tu vida o en qué etapa del despertar de la consciencia te encuentres. 

Al experimentar la paz que estos hábitos producen, te sentirás motivado más y más a que sean lo mas importante de tu vida. Cuando vives estos hábitos es cuando realmente vas a ser un instrumento de Dios.

“Aceptar la salvación como tu única función entraña necesariamente dos fases: el reconocimiento de que la salvación es tu función, y la renuncia a todas las demás metas que tú mismo has inventado.” (W-65.1)

Para más información sobre Liz Cronkhite y su trabajo con Un curso de milagros, o para alguna consulta privada visita su pagina web: www.ACIMMentor.com (Liz solo habla Inglés).
____________________

sábado, 14 de junio de 2014

CADA DÍA APRENDO UN POQUITO MÁS... René Marcel Vivaldi

Cada día aprendo un poquito más que
de nada sirve tanto ritual, tanto rezo y demás cosas
si en el fondo todo lo hago para ocultar el juicio y la condena
que le he hecho a mi hermano
el cual esconde mi propia falta de perdón.
Cada día aprendo que es perdonando de verdad
como me libero de ése yugo que yo mismo me he impuesto
al enjuiciar y condenar a mi hermano por algún error
que yo mismo pude haber cometido
y en el cual me reflejo tal cual soy
sin la máscara de santidad con la que oculto
el odio y el resentimiento que siento de mí mismo.
Cada día aprendo un poquito más a pedir perdón
así como a perdonar con honesta sinceridad...
tal cual lo pido para otros
es como lo pido para mí mismo.
NAMASTE.

miércoles, 4 de junio de 2014

LA RELACIÓN ESPECIAL


«La relación de amor especial es el arma principal del ego para impedir que llegues al Cielo.» 
Todos podemos reconocer en nosotros el deseo de encontrar la pareja perfecta; es casi una obsesión cultural.Pero de acuerdo con Un Curso de Milagros, la búsqueda de la persona perfecta, que represente la «solución», es una de nuestras peores heridas psíquicas, y uno de los engaños más poderosos del ego.
Es lo que el Curso llama «la relación especial». Aunque la palabra «especial» alude normalmente a algo maravilloso, desde la perspectiva del Curso significa diferente y, por lo tanto, aparte o separado, que es una característica del ego más bien que del espíritu. Una relación especial es una relación basada en el miedo.
“Dios creó solamente un Hijo unigénito, y nos ama a todos como si fuéramos uno. Para Él nadie es diferente ni especial porque en realidad nadie está separado de nadie. Como nuestra paz reside en amar como Dios ama, debemos esforzarnos por amar a todo el mundo.”
Nuestro deseo de hallar una «persona especial», una parte de la Condición de Hijo que nos complete, es dañino porque es engañoso. Significa que estamos buscando la salvación en la separación más bien que en la unidad. El único amor que nos completa es el amor a Dios, y el amor a Dios es el amor a todo el mundo.
Esto no significa que la forma de relacionarnos tenga que ser la misma con todas las personas, sino que debemos buscar en todas las relaciones el mismo contenido: un amor fraternal y una amistad que trascienden los cambios de forma y los cuerpos.
De la misma manera como “el Espíritu Santo fue la respuesta de Dios a la separación, de igual modo la relación especial fue entonces la respuesta del ego a la creación del Espíritu Santo”.
Después de la separación empezamos a sentir en nuestro interior un enorme agujero, y la mayoría de nosotros seguimos sintiéndolo. El único antídoto para esto es la Expiación o retorno a Dios, porque el dolor que sentimos es efectivamente nuestra propia negación del amor.
El ego, sin embargo, nos dice otra cosa. Sostiene que el amor que necesitamos debe venir de otra persona, y que ahí afuera hay alguien especial que puede llenar ese hueco. Como el deseo de ese alguien especial surge en realidad de nuestra creencia en que estamos separados de Dios, el deseo mismo simboliza la separación y la culpa que sentimos a causa de ella.
Nuestra búsqueda, entonces, carga con la energía de la separación y de la culpa. Por eso, con frecuencia, en nuestras relaciones más íntimas se genera tanta rabia. Estamos proyectando en la otra persona la rabia que sentimos contra nosotros mismos por amputar nuestro propio amor.
Con frecuencia, cuando creemos que estamos «enamorados» de una persona, como indica Un Curso de Milagros, en realidad estamos cualquier cosa menos eso.
La relación especial no se basa fundamentalmente en el amor, sino en la culpa. La relación especial es la fuerza de seducción del ego que pugna por alejarnos de Dios.
Es una forma importante de idolatría, la tentación de pensar que algo diferente de Dios pueda completarnos y darnos paz.
El ego nos dice que ahí afuera hay una persona especial que hará que desaparezca todo el dolor. En realidad no nos lo creemos, evidentemente, pero de alguna manera sí nos lo creemos. Nuestra cultura nos ha metido la idea en la cabeza, valiéndose de libros, canciones, películas, anuncios y, lo que es más importante, la conspiración de los otros egos.
El trabajo del Espíritu Santo es hacer que la energía del amor especial abandone la falsedad para convertirse en algo sagrado.
Fuente: “Volver al Amor” de Williamson Marianne (basado en las enseñanzas de Un Curso de Milagros)

viernes, 30 de mayo de 2014

Déjenme contarles una historia...

Déjenme contarles una historia acerca de la vida y la muerte, y los misterios que ocurren en el inter. 

Recientemente charlaba con una mujer que estaba ocupada planeando su suicidio. Estaba poniendo en orden sus asuntos financieros, pagando sus deudas y tratando de encontrar unos padres adoptivos que pudieran hacerse cargo de la crianza de su pequeña hija, quien quedaría huérfana después de quitarse la vida. Ella había estado amenazando con suicidarse durante años, y ahora, finalmente, estaba decidida a hacerlo. Sus amigos y familiares, desesperados, habían intentado detenerla, sin embargo ella estaba completamente decidida. 

“Esto es todo. He terminado. Mi tiempo aquí ha acabado,” me dijo de una manera tan casual al inicio de nuestra sesión. Todo se había convertido en una carga para ella - su insatisfactorio trabajo, sus necesitados amigos, su brillante pero hiperactiva mente, su fallida búsqueda de un compañero de vida. Incluso su hija la estaba volviendo loca con sus incesantes demandas. Estaba completamente exhausta de ayudar a todos todo el tiempo sin recibir nada a cambio y veía al suicidio como una 'lógica' e 'inteligente' solución a su problema de vida. 

Dejé que hablara y hablara. Tenía demasiadas cosas que decir y yo intervenía muy poco. Simplemente me puse de su lado, sintiendo y viendo el mundo desde su punto de vista, permitiendo que mi experiencia fuera la suya, íntimamente. Esto fue fácil porque en mi experiencia conocía muy de cerca ese lugar de absoluto agotamiento y desesperación, ese lugar en donde yo 'había tratado de salvar a otros con mucho esfuerzo sin recibir nada a cambio', ese lugar en donde tal parece que la muerte resultaría ser una bendición y una liberación. 

Me uní al club de '¡Nuestras Vidas Son Demasiado y Ya Estamos Hartos! (la membresía es gratuita). Y éramos los fracasados, los incomprendidos, los nunca bien amados, los nunca apreciados, los que anhelan un profundo descanso. Me pregunté si alguien había alguna vez intentado estar con ella en ese lugar en donde se sentía completamente exhausta. Me pregunté si todos esos terapeutas, maestros espirituales, amigos y familia, en todo este tiempo, con sus mejores intenciones, habían intentado solamente salvarla, componerla, alimentar sus creencias 'positivas' o 'espirituales' para obligarla a cambiar su mente y 'volverla a la normalidad', en lugar de entrar en verdadera comunión con ella dentro de su dolor y soledad, validando su experiencia presente. Quizás en el medio de su presente desesperación, algo diferente, algo completamente nuevo, estaba anhelando ser liberado. 

Hablamos durante horas. Nos comunicamos con entendimiento, más que con juicios y temores, ella se fue abriendo poco a poco con respecto a sus verdaderos anhelos, sus sueños secretos y sus deseos ocultos. Se hizo evidente que tenía una muy rica, y creativa vida interior a la que jamás había podido dar expresión. Detrás de su fachada, estaba completamente viva, abierta a experimentar, demasiado perceptiva a las energías que le rodeaban, sumamente 'abierta', como ella lo dijo. Muy en el fondo, tenía un salvaje y apasionado espíritu, pero se había limitado y restringido a sí misma con los años, amoldándose a una vida en donde no era 'ella', para nada. Había estado viviendo una vida de números, de dinero y de previsibilidad, anulando su espíritu explorador, su poesía y su sentido aventurero.

Con mucho cariño la animé a abrirse con respecto a su secreto anhelo de viajar, explorar, de salir hacia lo desconocido sin un mapa que la guiara. Comenzó a hablar con mucha pasión sobre esa época en el pasado cuando se sentía libre y sin cargas. Tenía el anhelo de volver a la simplicidad de esos días. Un fuego rugió dentro de ella. 

Su anhelo de morir no era realmente un anhelo de morir en el sentido físico. Lo que realmente anhelaba no era dejar de respirar, ni el cese de los latidos de su corazón, sino la muerte del falso yo, la muerte de un 'yo' que no era auténtico y que había estado pretendiendo ser - la mujer exitosa, el soporte de los demás, la que tenía control sobre todas las cosas. A través de la experiencia de una profunda depresión, la vida le había estado llamando su atención a gritos desesperados: '¡VIVE, VIVE! Lo único que necesité hacer fue facilitar la respuesta hacia esa llamada divina. 

Comenzamos a explorar posibilidades. ¿Cómo sería una vida real, libre de temores, auténtica? Ella tenía una mente brillante y un corazón muy abierto que había desperdiciado en su negocio de bienes raíces. Comenzó a hablar acerca de vender su casa e irse con su adorada hija ('mi precioso ángel, enviado desde el cielo', como ella le decía) hacia la inmensidad de lo desconocido. Siempre había querido viajar a Nueva Zelanda. ¿Podría ese sueño convertirse en realidad? O más bien, ¿era ya una realidad? Quizás el viejo sueño de los bienes raíces era el que debía morir. Y quizás esa muerte ya estaba sucediendo. 

Si ella hubiera puesto a su hija en una casa hogar y se hubiera suicidado - como lo había planeado hasta ese momento - le hubiera enseñado a su hija cómo cerrarse a la vida y a las posibilidades. No le hubiera enseñado la profunda verdad acerca de sí misma. El suicidio hubiera resultado una falsa enseñanza y ella lo sabía perfectamente desde el fondo de su corazón. 

De pronto, todo se volvió muy claro. Ya no había otra opción. Ella reconoció lo que la vida le estaba diciendo. Sí, iba a suicidarse... pero no de la manera en que lo había imaginado antes de hoy. Iba a quitarle la vida a su viejo yo, a su limitado y falso yo. Ese era el verdadero suicidio, el divino suicidio, el suicidio tan necesario para todos nosotros si es que estamos decididos a vivir vidas apasionadas, auténticas. Ella iba a terminar con una vida que se había vuelto vacía y sin sentido, para liberarse y lanzarse hacia lo desconocido con su amada hija, con sus corazones abiertos de par en par a todas las posibilidades, y para amarse la una a la otra. 

Esta conclusión no fue una conclusión mental, ni tampoco una basada en el miedo. No era una opción que implicara huir de sus responsabilidades. Se trataba más bien de honrar profundamente la fuerza de la vida que estaba tratando de expresarse dentro de ella. Era alinearse con su pasión. Esto se trataba de una responsabilidad profunda, en el verdadero sentido de la palabra - la habilidad de responder autenticamente al llamado más trascendente que pueda hacerle a uno la vida.

Ahora, ella no tenía ninguna otra opción más que vivir. 

*

A la mañana siguiente supe que su aventura había comenzado. Ya había empezado a empacar sus cosas, había empezado a vender todo aquello que no quería conservar, empezó a prepararse no para morir, sino para iniciar una nueva vida. Había sido un divino suicidio - el suicidio de lo falso. Se trasladaría a Nueva Zelanda con su adorada hija, quien no sería ingresada a ningún hogar de acogida ni perdería a su madre, sino que se uniría a su madre viva en una aventura interminable. 

No le enseñé nada a esta mujer. Nunca le 'hice' nada. Simplemente la escuché desde un lugar de aceptación libre de juicios, reflejándole su propia y profunda verdad para que pudiera escucharla por sí misma de una sola vez. En medio de todo ese desastre, se había abierto un espacio para que naciera una nueva vida. Es increíble todo lo que puede llegar a suceder cuando nos escuchamos unos a otros. 

No es de extrañar que la palabra 'depressed' (deprimido) en inglés, corresponda foné

ticamente a 'deep rest' (descanso profundo). Podemos ver a la depresión no como una disfunción o una enfermedad mental, sino, en un nivel más reflexivo, como un estado de descanso sumamente malinterpretado en el que entramos cuando nos sentimos completamente exhaustos de cargar el peso de la falsa historia acerca de nosotros mismos. Es una falta de interés en todo aquello que es de segunda mano - el anhelo de morir al falso y limitado 'yo', el anhelo de redescubrir nuestra verdadera inmensidad para recibir lo que nos corresponde inherentemente. 

La depresión, en realidad, lleva incluida el despertar. Por eso es que debe ser honrada y validada, no medicada, meditada ni analizada. Debemos atender a su llamado. Y debemos entrar en comunión, libres de miedo, con aquellos que estén profundamente deprimidos y anhelen la muerte, y escucharlos sin prejuicios, poniendo atención a la verdad cósmica más profunda a la que se están refiriendo. Necesitamos confiar en la infinita inteligencia universal, y permitir que el divino y amoroso suicidio, el despertar espiritual, teja su misteriosa magia en todos y cada uno de nosotros. 

No importa qué esté sucediendo en tu vida, no importa a qué altura de tu viaje te encuentres en este momento, la vida constantemente te está invitando a descansar profundamente, no en un momento futuro, no 'algún día', sino en este preciso momento, en este presente momento que es tu verdadero hogar y la fuente de tu plenitud.

Jeff Foster

(Traducido por Tarsila Murguía)    

lunes, 19 de mayo de 2014

EXPIACION...

Expiar significa ‘deshacer’ o ‘borrar’. En ingles se utiliza el termino ‘atonement’ que se puede descomponer en ‘at’, ‘one’ y ‘ment’ y que podemos traducir adecuadamente por ‘a-un-amiento’. Entonces expiar es tambien aunar, o sea, regresar a la conciencia del Uno.
Expiacion es el nombre completo del Plan de Dios para la Salvacion, es todo el plan completo. El proposito de la expiacion es pues borrar o deshacer la falsa conciencia de la dualidad y regresar a la conciencia del uno, el aunamiento. La expiacion utiliza como herramienta fundamental los milagros.
Pero antes de que los milagros puedan actuar es necesario el perdon, o reconocimiento de que el exterior es una proyeccion de mi propia mente, como ya vimos. A partir del perdon, “Un curso de milagros” nos toma de la mano para conducirnos hacia el mundo de los milagros, donde cada pensamiento que pienso con Dios me abre las puertas a un sin fin de posibilidades nunca antes imaginadas. En este punto la experiencia personal es imprescindible, nadie te podra contar lo que son los milagros si no los vives en tu dia a dia. Y esta es la unica decision que te pide el curso: que estes dispuesto a vivir los milagros.
Si ya te has decidido entonces la expiacion ha comenzado en ti, y no acabara hasta que el ultimo ser humano la acepte completamente. Y es que el amor es asi: no se deja a nadie afuera. Feliz travesia.

sábado, 17 de mayo de 2014

NO HACER NADA.......

No hacer nada significa que no emitirás ningún juicio acerca de ninguna situación. Significa que no determinarás cuál es la respuesta correcta a un conflicto que ni siquiera entiendes. Que no determinarás cuál debe ser el desenlace que esperas según tus referencias del pasado de qué es la felicidad y cómo lograrla.
No hacer nada significa encomendar tu espíritu en las Manos de tu Padre, y caminar en paz en medio de la tormenta y la oscuridad, con una confianza que no es de este mundo. Porque sabes que el desenlace es tan seguro como Dios, y que no depende en absoluto de ninguna de tus decisiones, sino del hecho de prescindir de todas ellas. Y te darás cuenta de la completa invariabilidad de un Plan que trasciende cualquier creencia, cualquier decisión y cualquier expectativa de la mente durmiente.

Entonces dejarás de decidir, para comenzar a ver. Dejarás de creer, para comenzar a ser. Porque sólo un milagro puede modificar suficientemente la mente como para devolverle su cordura. Y el milagro, que actúa en ti y a través de ti, no proviene de lo que crees ser, sino de lo que Eres. Lo que Eres, es el gran desconocido y olvidado. Permítele mostrarse ante ti a través de los milagros, en lugar de definir cómo debe actuar según tus expectativas y deseos. Él es un Hijo de Dios. Él es lo que tú Eres. ¿No sabría un Hijo de Dios cómo resolver cualquier conflicto, por imposible que pareciera? Permite entonces que el Hijo de Dios en ti resuelva por ti todos tus problemas, por ocultos que estén, por difíciles que te parezcan. Tan sólo asegúrate de no emitir juicios acerca de cómo debiera ser su resolución, porque el Hijo de Dios, con el poder de crear universos, no puede oponerse a tu voluntad de querer seguir en el infierno.

sábado, 12 de abril de 2014

DECISIONES (POR PARTHA)

NO HAY DECISIONES CORRECTAS O EQUIVOCADAS
SOLO HAY DECISIONES
...

EN LA DUALIDAD PARECERIA QUE TENEMOS QUE ELEGIR ENTRE UNA COSA Y OTRA
PERO QUIEN DICE QUE ESTAMOS ELIGIENDO BIEN O MAL?
EL PARAMETRO QUE USAMOS ES EL JUICIO DEL RESULTADO QUE TUVO EN NUESTRA VIDA LA DECISION QUE HABIAMOS TOMADO
Y AUN ESTO ES RELATIVO
SI ME GUIO POR LO QUE A MI EGO LE AGRADA O RECHAZA… REALMENTE LO QUE HAGO ES JUZGAR MI DECISION COMPARANDOLA CON EL PASADO Y DECIDIENDO SI EL RESULTADO DE LO QUE DECIDI ME CAUSO PLACER O DOLOR
Y SI AL FINAL TODO ES PERFECTO ,QUIEN SABE..
CUALQUIERA QUE SEA EL RESULTADO ERA LO QUE TENIA QUE PASAR PARA QUE YO APRENDA LO QUE TENIA QUE APRENDER,
LO QUE SI PUEDO HACER ES PREGUNTARME A MI MISMO ANTES DE TOMAR UNA DECISION ES …PARA QUE LA TOMO?…QUE QUIERO QUE RESULTE DE ESTA SITUACION?…POR ULTIMO,
SI ESTUVIESEMOS REALMENTE PRESENTES,LAS DECISIONES QUE TOMASEMOS SERIAN SIEMPRE CORRECTAS…
NO HAY ERRORES,SOLO HAY EXPERIENCIAS QUE CATALOGAMOS COMO ERRORES.
TODO LO QUE SUCEDE ES NEUTRO SOY YO EL QUE DECIDE COMO QUIERO VERLO
BENDICIONES PARA TODOS NOSOTROS
PARTHA

lunes, 31 de marzo de 2014

PASOS DEL PERDON!

Gary: Me habéis explicado el perdón de muchas maneras, y todas en armonía unas con otras. Yo aún lo veo como tres pasos que se convierten en uno a medida que avanzas, porque estás muy acostumbrado a practicarlos.

En primer lugar, tienes que dejar de reaccionar ante el mundo, lo cual lo hace real. Tienes que dejar de pensar con el ego. Si te pillas a ti mismo juzgando o condenando a cualquier persona o cosa, o empiezas a sentirte un poco incómodo, ansioso o incluso enfadado puedes estar seguro de que se trata del ego. El Espíritu Santo no haría eso. De modo que tienes que prestar atención a tus sentimientos y también a tus pensamientos. De hecho, lo más probable es que reacciones en función de estos últimos. Y, sin embargo, tus sentimientos son el resultado de tus pensamientos.

Una vez que dejas de pensar con el ego, puedes empezar a hacerlo con el Espíritu Santo. No puedes hacer las dos cosas a la vez. Representan dos sistemas de pensamiento distintos y mutuamente excluyentes. De modo que pasas del ego al Espíritu Santo, y ese es el instante Santo.

¿Qué te aconsejaría el Espíritu Santo que hicieras en esa situación? Dejar de hacerla real. Tus juicios y reacciones la hacen real, pero ahora puedes darte cuenta de que consideras culpables a otros para que la culpa esté en ellos en lugar de estar en ti. Así que la deshaces, inviertes la proyección. Te das cuenta que la culpa no está en ellos, sino en ti. Solo que, en realidad tampoco está en ti, ¡porque el concepto de culpa fue fabricado por el ego para hacerla real!

La segunda parte consiste en darte cuenta de que el ego ha fabricado toda esta historia y de que lo que ves no es verdad. No existe el universo de tiempo y espacio. Solo existe una proyección de un universo de tiempo y espacio. De modo que tú no eres una víctima de él. No hay ningún poder en ser víctima, pero hay abundante poder en situarte en la causa.

Entonces, el tercer paso es cambiar tu manera de pensar con respecto a la situación. Eliges de nuevo, como dice el Curso en la última sección de Texto. Pasas por alto el cuerpo y eliges pensar en términos del espíritu. Dejas de hacerlo real y miras más allá del velo que cubre la verdad, que es inocencia por todas partes, porque Dios está en todas partes. Nadie es culpable; tampoco tú. Todo es liberado al Espíritu Santo en paz. A medida que practicas, descubres que este proceso es posible hacerlo cada vez más rápido, porque se convierte en una verdad conocida.

Además, te acostumbras tanto a la idea de que el mundo surge desde ti, en lugar de venir sobre ti, que cada vez te cuesta más reaccionar ante él como solías hacerlo. Ahora el perdón está justificado.

Pursah: Muy hermoso, hermano. Se te ha enseñado bien. Y, por supuesto, a medida que avanzas, experimentas cada vez más que en realidad eres tú quien está siendo perdonado.
 

domingo, 9 de marzo de 2014

domingo, 16 de febrero de 2014

La Disociación

Luego de  trabajar por muchos años con Un Curso de Milagros nos damos cuenta de que hay una parte de nosotros que está dividida-o para utilizar el término psicológico-estádisociada. Por un lado, hemos escuchado  y leído las palabras del Curso una y otra vez y el sistema de pensamiento nos hace cada vez más y más sentido mientras transcurren los meses y años de estudio y práctica. Sin embargo, algo muy peculiar sucede. Es casi como si un muro se hubiese construído dentro de nosotros de tal manera que no ha habido transferencia o experiencia directa en nuestras vidas personales de lo que hemos entendido y aprendido. En otras palabras, seguimos viviendo nuestras vidas con ira, crítica, complaciendo nuestro especialismo, enfermándonos y corriendo hacia el médico. Hacemos generalmente las cosas que hace la gente normal como si nada de lo hubiésemos estudiado y aprendido en este curso hubiese tenido un efecto. Es como si existiera una parte de nosotros que cree en la verdad y otra parte completamente diferente que vive en nuestras vidas diarias como cuerpos manejando todas las cuestiones que confrontan nuestros cuerpos. Las dos partes parecen estar completamente desconectadas.
 
Es muy importante que como estudiantes de este curso miremos esto honestamente. Muchos de nosotros que hemos estado con este sistema de pensamiento por un largo tiempo vamos a quejarnos: “¿Cuándo podré entenderlo? ¿Cuándo el resto de la gente podrá entenderlo?” Lo que se refleja aquí es esta extraña disociación que todos practicamos-como decir, la mano derecha no sabe lo que la mano izquierda hace, el cerebro derecho no sabe lo que hace el izquierdo o la mente errónea no sabe lo que hace la mente recta. Comoquiera que se describa existe una seria división y mirar esta división es lo que Jesús quiere decir cuando nos pide que seamos honestos con él y que no ocultemos nada. Hace mucho sentido el que tengamos una pared ya que este material es extremadamente amenazante. Esto se dice una y otra vez pero parece ser como que no le dejamos pasar a través de nosotros. En algún punto vamos a tener que ocuparnos de esto. Debemos de mirarlo, no solamente a nivel intelectual, sino tratar de sentir qué es lo que estamos haciendo que impide que lo que sabemos que es la verdad permee nuestras vidas.
 
Esto no quiere decir que no estemos perdonando más o que estemos emitiendo menos juicios de lo que estábamos haciendo al principio de nuestro trabajo con este curso. Significa más bien que existe una barrera. Nuevamente, es comprensible el que haya una barrera, pero entender simplemente el porqué no es suficiente porque entonces esto se puede convertir en una defensa, y así ocurre usualmente. Tú puedes entender hasta que tu cara se torne azul y nada va a cambiar. Es mucho más importante tratar de sentir qué es lo que te detiene de tomar las palabras que has escuchado y leído una y otra vez en el curso y dejar que los principios afecten todo en tu vida, porque éstos deben afectar y cambiar todo en tu vida. Es tan natural para nosotros el quejarnos, encontrar faltas, separar o excluir que no le damos un segundo pensamiento. Entonces asistimos a una clase de Un Curso de Milagros, hacemos lo que sea que hacemos con éste y lo entendemos. Nuevamente, hay una pared que separa estos dos aspectos de nuestra experiencia: entendemos y aceptamos lo que estudiamos en el curso como la verdad y luego vamos y vivimos nuestra vida aparentemente sin haber sido afectados por el curso. 
 
Nada cambia o molesta nuestra visión del mundo más que Un Curso de Milagros. No solamente nos dice que el mundo es una ilusión, tambien dice que el pensamiento que hace este mundo es una ilusión. No es solo que este cuerpo como materia es una ilusión, sino que el pensamiento que hizo este cuerpo también es ilusorio. Esto nos deja como individuos absolutamente en ninguna parte, porque está diciendo  que como individuo yo soy totalmente una no-entidad, una “no-cosa”, un “no-pensamiento”. Obviamente esto es extremadamente aterrador y abrumador. Pero en vez de tratar con esta conclusión, la dividimos. La disociación es una maravillosa defensa psicológica donde tenemos dos pensamientos que se excluyen mutuamente, no los dejamos ir, los disociamos uno del otro. 
 
Lo que nos dice el curso es una fuente de agitación para nosotros. La agitación no es buena en un sentido. Ninguna persona de mente recta quiere estar alterada o en desasosiego; pero, desafortunadamente estamos tan instalados en nuestro sistema de pensamiento que muchas veces la única manera de desalojarnos de éste es el sentirnos agitados. Así que, lo que es un gentil recordatorio de la verdad se torna en nuestra experiencia en una dura y agitada confrontación. La presencia de Jesús solo puede ser amorosa y gentil; no existe nada confrontacional o en oposición acerca de ello. El amor simplemente es. Pero nuestro miedo al amor, que es lo que es la resistencia lo torna en un enemigo. Y por lo tanto nuestros “amigos” se tornan entonces en la culpa, el miedo, la angustia, la muerte, el sufrimiento y la separación- estamos extrañamente confortables con ellos. Estos son nuestros “amigos”, ellos no nos agitan en el sentido de ser una amenaza a lo que somos. La verdad de Un Curso de Milagros amenaza nuestra existencia, y por lo tanto nos agita. Si tú no estás consciente de esto entonces el Curso no está llegando a ti.
 
Cuando Jesús nos dice que traigamos la ilusión a la verdad, o la oscuridad a la luz, él estáhablando de terminar la disociación. Cuando miramos a la mente dividida con él se termina la disociación. Manteniendo la mente dividida tenemos a nuestro ego, nuestro especialismo y tambien tenemos al Espíritu Santo. Vivimos nuestra vida de especialismo, nuestro cuerpo, como si nada hubiese pasado en una parte de nosotros. Entonces está la otra parte que tiene el Curso. Los mantenemos separados.
 
 Lo que nos ayuda a pasar la pared cada vez más es darnos cuenta lo bien que se siente cuando hacemos lo que dice Jesús y lo terrible que se siente tener esa pared y jugar un juego con Jesús: “yo no voy a hacer la lección como tú dices; no voy a hacer esto, no voy a hacer aquello otro!” Necesitamos sentir el dolor de esta perreta infantil y lo bien que se siente cuando finalmente la dejamos ir. Es muy simple, pero ese es el problema-que es simple. El ego adora la complejidad. Lo peor que tú puedes hacer es resistir la resistencia o idear técnicas para superarla. La idea es no hacer nada con la resistencia. Las técnicas no deshacen la resistencia, no utilices técnicas para deshacerla.  Mejor reconoce que la resistencia está ahí y permítete sentir sus efectos. La resistencia es la pared. Pídele a Jesús o al Espíritu Santo que te ayude a mirarla sin juicios. El trabajo “duro” es el aprender que no tienes que hacer nada acerca de la resistencia. Haz la magia que tengas que hacer que te ayude a pasar el día y el dolor emocional o físico. Está muy bien el que trabajes el síntoma, después de todo nadie quiere estar con dolor y si existe una manera rápida de deshacerte del dolor pues entonces utilízala. Solo no te engañes a ti mismo pensando que te estás deshaciendo de la fuente del problema. Te estás deshaciendo del síntoma y es muy cruel no utilizar algo que pueda aliviar un síntoma solo porque no es “espiritual”. Por otra parte no hagas nada acerca de la causa, porque cuando haces algo acerca de la causa la estás haciendo real. Cuando haces algo acerca de la resistencia la estás haciendo real. Esto es exactamente lo que tu ego quiere que hagas. No pelees contra este. Nuevamente, solo conscientízate de que hay una pared y dí a ti mismo “ Esto es lo que estoy haciendo”, pero al mismo tiempo permítete lo mejor que puedas el experimentar los efectos de la pared. Eso es todo. No hagas nada más.
~Ken Wapnick 



!!CAMINEMOS TODOS HACIA UN GRAN DESPERTAR¡¡

"El Curso de Milagros" es un comienzo,no un
final.Tu amigo, el Espiritu Santo,va contigo.No estamos solos El siempre nos
acompaña! Cualquier cosa que nos pase o nos preocupe, estoy segura que El nos
guiara para retomar el camino a la Paz...Todo lo que tenemos que hacer es acudir a El y pedir una respuesta y esperar pues El te la dara con mucho Amor ....Ten confianza absoluta!!

Si no crees que ya estás preparado, si piensas que aún no estás listo, deja de pensar. Lee otra vez estas palabras de amor y deja que el sonido del amor se lleve tus preocupa­ciones. Entrégame a mí los pensamientos que aún te perturban y yo te los devolveré transformados por el Amor. No te lamentes por tus pensamientos ni creas en pérdidas de ningún tipo. De esta manera todo lo que ya has recibi­do será recordado en esta hora de la segunda venida de Cristo. (Libro Curso de Amor)

AMADO DIOS :
Te entrego este instante santo
Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.

1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. 3Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. 4Él está a cargo a petición mía. 5Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.(Curso de Milagros)


Certificado DireWeb.com