¡AMADO DIOS! YO:

Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar. [UCDM - LT, Cap. 2, 18.2 - 18.6]

♥ Una excelente obra ♥

♥ Una excelente obra ♥
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lunes, 18 de noviembre de 2013

Relacion de pareja‏

Romper con una pareja después de una larga relación puede sentirse muy parecido a la muerte. Una muerte sin una muerte real, lo cual puede resultar aún más desconcertante que la misma muerte. Te despiertas por la mañana preguntándote a dónde se ha ido. Todo te hace recordarla, a veces en forma inesperada. Una hoja que vuela con el viento. Una vieja canción. Alguna broma que solían compartir. La vaga esperanza compartida de un futuro feliz. Pareciera como si estuvieras viviendo en una realidad equivocada, como si se hubiera producido algún tipo de ruptura en el continuo del espacio-tiempo, como si el universo hubiera perdido su equilibrio. Su ausencia se siente tan presente en tu experiencia, y la mente anhela volver a la forma en cómo estaban las cosas en el pasado, o por lo menos, tener la posibilidad de adelantar hacia una futura escena en donde todo estará nuevamente 'bien'. 
Pero tal vez la ruptura de este corazón sea realmente la ruptura desueños obsoletos. Tal vez estás sólo siendo llamado a dejar de lado una vieja realidad, y encontrarte con tu ser querido en la nueva realidad del aquí y el ahora - y no como quisieras que fuera, sino como realmente es. Para ver todo, defectos, sangre y tripas, desfilando al unísono. Quizás la vida, a través de su devastación y su dolor y esa sensación de pérdida en la boca del estómago que parece no irse, está preparando un espacio para una conexión aún más amorosa y sincera con tu pareja, y tan sólo está pidiendo que se presten mayor atención el uno al otro para conocerse nuevamente, más allá de una historia, más allá de toda expectativa, más allá de todos esos viejos sueños. 

Así que respira a través de la devastación. Recuerda tu verdadero fundamento. Confía. Quizás el verdadero amor nunca pueda perderse. La muerte no puede tocarlo. Terminar con alguien no puede hacer que el Amor se detenga.

Jeff Foster

jueves, 7 de noviembre de 2013

El perdón, el mayor sanador de todos!

Perdonar es la prescripción para la felicidad.

No perdonar es la prescripción para el sufrimiento.

¿Es posible que todo el dolor independientemente de su causa tenga alguna componente de falta de perdón?

Abrigar pensamientos de venganza o retener nuestro amor y compasión ciertamente tienen que interferir con nuestra salud y nuestro sistema inmunitario.

Aferrarnos a lo que llamamos ira justificada interfiere con que podamos experimentar la paz de Dios.

Perdonar no quiere decir que tengamos que estar de acuerdo con lo que se nos hace. No significa condonar comportamientos atroces.

Perdonar significa no vivir más en el pasado del miedo.

Perdonar significa no rascar mas las cicatrices para que la herida continúe sangrando.

Perdonar significa vivir y amar completamente en el presente, sin las sombras del pasado.

Perdonar significa liberarse de la ira y de los pensamientos de ataque.

Perdonar significa abandonar toda esperanza de un pasado mejor.

Perdonar significa no excluír a nadie de tu amor.

Perdonar significa sanar la brecha en tu corazón causada por pensamientos que no perdonan.

Perdonar significa ver la Luz de Dios en todos, independientemente de su comportamiento.

El perdón no es sólo para la otra persona ---sino para nosotros mismos, para los errores que hemos cometido y para la culpa y la verguenza a las que aún nos aferramos.

El perdón en su sentido más profundo es el perdón a nosotros mismos por separarnos de un Dios amoroso.

El perdón significa perdonar a Dios y a nuestras posibles interpretaciones erróneas de Dios que apuntan a que alguna vez fuimos abandonados o que estamos solos.

Perdonar este mismo instante significa que dejamos de ser Rey o la Reina del club de los postergadores.

El perdón abre las puertas para que nos sintamos unidos al Espíritu, en unidad con todos y todos en unidad con Dios.

Nunca es demasiado pronto para perdonar.

Nunca es demasiado tarde para perdonar.

¿Cuánto tiempo se tarda en perdonar?

Depende de tu sistema de creencias.

Si crees que nunca sucederá, entonces nunca sucederá.

Si crees que han de transcurrir 6 meses, te llevará seis meses.

Si crees que te llevará un segundo, ese es todo el tiempo que tomará.

Yo creo con todo mi corazón que la paz llegará a este mundo Cuando cada uno de nosotros asuma la Responsabilidad de perdonar a todos, incluyéndonos a nosotros mismos, completamente.

-- Tomado del Epílogo del libro
Forgiveness: The Greatest Healer of All
by Gerald G. Jampolsky, M.D.

domingo, 27 de octubre de 2013

EL EGO.

Una de las maneras en que el ego nos ha arraigado en el sueño, en la creencia de que el sueño es la realidad, es que ha hecho la noción de que el tiempo es algo lineal - pasado, presente y futuro. Este es el obstáculo fundamental para tratar de entender cómo el Curso ve el tiempo y cómo opera el milagro. Nuestras mentes están tan estructuradas en la creencia de que el tiempo es lineal, que es imposible para nosotros reconocer que el tiempo es en realidad holográfico, que es un modelo que la física cuántica nos ha dado. La holografía enseña que dentro de cada parte de algo se contiene la totalidad, lo que significa que dentro de cada una de nuestras mentes, a pesar de lo que conscientemente creemos, está toda la historia del ego, que es toda la historia no sólo de este planeta, sino de todo el universo físico. Lo que hace de este un concepto tan alucinante es que la mente (y por lo tanto el cerebro) han sido severamente limitados por la construcción del tiempo que hemos hecho, lo cual es una visión lineal: pasado, presente y futuro.

Lo que realmente sucede es que en un momento dado decidimos experimentar una parte específica de este holograma, nos sumergimos en nuestra mente y decidimos ir a través de o experimentar una parte de todo este sueño. Eso es lo que significa el Curso cuando dice que caminamos a través de un guión que ya está escrito. Este es el guión. El Espíritu Santo no escribe el guión. El Espíritu Santo no hace que nos sucedan cosas en el mundo. Lo que el Espíritu Santo hace es unirse a nosotros en este guión y nos enseña que hay otra manera de ver las cosas.

El guión de la salvación es el guión del ego vuelto de otra manera. Donde el guión del ego tenía como propósito reforzar la creencia en la separación, el Espíritu Santo utiliza ese guión-lo que significa todas las relaciones y situaciones en nuestra experiencia-para que podamos aprender que no estamos separados . Él utiliza el mundo como un salón de clases, el ego utiliza el mundo como una prisión. Es el mismo mundo, pero la manera de ver del ego nos arraiga aún más en este. La manera de ver del Espíritu Santo nos libera.
~Ken Wapnick

domingo, 13 de octubre de 2013

El mejor Gurú....

El mejor Gurú....

Las relaciones más saludables no son necesariamente las que se ven 'más felices' a simple vista. No son necesariamente en las que se ven dos personas siempre tomadas de la mano, riendo, bailando y cantando rodeados de mariposas, en donde nunca pasa 'nada malo' y donde la vida luce perfecta. La perfección externa puede ocultar fácilmente una devastación interna, desconexión y una discreta y silenciosa desesperación por ser libre, o por lo menos por estar solo. 

Las relaciones más sanas son las honestas, esas que no siempre parecen 'felices' o 'sin preocupaciones' desde fuera. Esas que podrían no encajar en la imagen de lo que 'debería' ser o aparentar una relación. En donde dos personas dicen la verdad de hoy y continuamente dejan ir sus ideas preconcebidas acerca del otro. En donde la relación es siempre renovada en el horno de la honestidad. En donde podrían haber rupturas, falsas interpretaciones, incluso intensos sentimientos de duda y desconexión, PERO en donde hay una disposición mutua para enfrentar ese aparente desorden! Mirar - con ojos bien abiertos - la presente ruptura, y no huir o aferrarse al pasado. Sentarse juntos en medio de todos esos sueños y expectativas en común desmoronándose, y trabajar para encontrar un espacio de reconexión, aquí, ahora, hoy. En donde la relación pueda verse como el yoga más elevado - como una aventura constante de profundización y redescubrimiento mutuo, un reconocimiento constante y no como un futuro destino, ni como una conclusión fija, ni un punto de llegada o una conveniente historia para contar a los demás en una conversación. 

Como dice Eckhart Tolle, las relaciones no son para hacernos felices (porque la verdadera felicidad reside dentro de cada uno de nosotros) - ellas están aquí para
hacernos profundamente conscientes. 

Jeff Foster
(Traducido por Tarsila Murguía)

domingo, 29 de septiembre de 2013

La Imposibilidad del Ataque




Jesús fue una demostración clara y brillante de la demostración de amor incondicional. Vio únicamente a Cristo en todos y todo. Nadie se encuentra separado del Amor de Dios. Aún así, muchos, si no todas las personas de su tiempo, parecían molestarse con Él, molestarse hasta el punto que aparentemente Le crucificaron. Aún así, cuál es la lección que podríamos aprender de Él: Que Cristo es Espíritu y no puede ser crucificado. La Inocencia es incapaz de atacar, pues cómo podría haber Inocencia si el ataque fuese real. Por esto es la culpa irreal: el ataque es imposible. Esta es la única lección que Jesús enseñó, aunque parezca difícil de comprender.
Todos están comenzando el proceso de aprender esta misma lección: el ataque es imposible. Cualquier cosa percibida como fuente de disgusto es sencillamente un espejo de la culpa en la cual todavía se cree. Cualquier percepción o disgusto, en ti mismo o en otros, es una percepción errónea basada en la culpa. ¿Mas cómo puede el amor y la culpa coexistir? Dios es real. El Espíritu es real. Dios es Amor, y es un Amor que no tiene opuesto. Este es el significado de amor incondicional, ¿y qué lecciones aparte de esta querrías enseñar y aprender? ¡Te harán gloriosamente feliz!
Si experimentas cualquier cosa que no sea Felicidad Suprema, no has sido claro en tu Propósito. Sé claro de lo que quieres y sentirás la felicidad e Inocencia, y no la confusión de la culpa. ¿Eres inocente o culpable? Dios te ama por siempre, incondicionalmente, y nada puede cambiar la Mente de Dios. ¡¿No son estas noticias maravillosas?!

...agradezco esta notica de luz que llego a mi correo!

viernes, 20 de septiembre de 2013

La Manifestación del Destino



 
¿Tienes algún sueño? ¿Alguna visión acerca de cómo podría ser la vida? ¿Alguna idea para una futura escena en la película de tu vida o en la del planeta? Maravilloso. Pero aquí hay dos cosas importantes que debemos recordar. 

En primer lugar, que no puedes llegar allá desde aquí. En otras palabras, 'allá', tu visión de un mañana, está realmente apareciendo en un sitio más allá de todos los ayeres y todos los mañanas - aquí y ahora. Los sueños, las esperanzas, los planes, el destino imaginado, todo eso que llamamos 'futuro', es tan sólo una apariencia presente, no futura. El futuro surge en este momento. El pasado surge en este momento. Toda la película de tu vida, su historia y sus sueños futuros aparecen en el presente, tu verdadero Hogar, previo al tiempo, tu verdadero sitio de descanso y alegría y tu último destino. Así que sueña, ten esperanzas, planea y sé consciente siempre del lugar en el que te encuentras. 

En segundo lugar, no podrías llegar a un mejor mañana si te estás resistiendo al ahora. La resistencia sólo genera más resistencia, y estar en guerra con lo que hoy ves como 'problemas', luchar en contra de los 'obstáculos' de hoy, estar diciendo 'no' a lo que aparece en este momento, sólo te lleva a generar más obstáculos, problemas y asuntos que resistir. Una falsa identificación no te puede llevar sino a otra falsa identificación. Un NO a la vida jamás te llevará a un SÍ a la vida, ni a la manifestación de ese SÍ que dices estar buscando en tu presente experiencia (porque la vida y tú son uno). Cualquier SÍ futuro tiene que fluir desde un SÍ en el presente, por más que esté en conflicto con el sentido común, y por mucho que esto moleste al ego, que se nutre de la resistencia y el conflicto y de luchar por aquello que cree que quiere pero que realmente nunca puede conseguir dentro del tiempo. 

Se nos enseñó que con el fin de obtener lo que queremos, con el fin de generar cambios y poder sanar, que con el fin de manifestar nuestros sueños, debíamos luchar con el presente. Esto no es cierto. La oscuridad sólo nos lleva a más oscuridad. Sólo la luz puede evidenciar la irrealidad de la oscuridad. Sólo el amor sana, como siempre se nos ha dicho. La guerra nunca nos ha conducido a la verdadera paz.

Para llegar a donde quieres estar en el fondo de tu corazón, para vivir ese SÍ inmenso, no empieces por rechazar el sitio donde te encuentras porque cuando rechazas una ola, rechazas el océano entero. Al rechazar en este momento alguna de las escenas de una película, estarás rechazando toda la película porque la escena ES la película de este momento. No hay nada más. Empieza desde donde estás y ve esta escena presente como tu portal, así como cada ola es tu único portal hacia la inmensidad del océano porque ésta ES el océano mismo. 

Todo comienza con un SÍ. Un SÍ a la confusión, a la duda, a la frustración, incluso a la desesperación. Un SÍ a cualquier cosa que esté surgiendo en este preciso momento. Un SÍ a no contar con las respuestas en este momento. Un SÍ al reconocimiento de aquello que deseas pero sin tener la idea de cómo se va a manifestar. Todo está bien - la película de tu vida no se ha escrito aún, está completamente incompleta. No podrías aprenderte un guión que ni siquiera existe. La manifestación no es asunto tuyo. Simplemente descansa en eso que eres, absolutamente completo, independientemente de que la historia esté incompleta y sé consciente de que la escena de este momento es tu destino (lo que realmente eres) manifestándose (apareciendo) y que eres inseparable de esa danza. 

El destino fluye solamente desde el destino. Lo que realmente deseas ya está aquí, ya está brillando y lo que deseas sólo puede fluir desde aquello que realmente deseas. Entiende bien esto y todo será posible porque tú eres la vida misma, el poder que mantiene a los planetas en órbita y canta a través de las aves en esas cálidas noches de verano. 

Jeff Foster
(Traducido por Tarsila Murguía)

martes, 20 de agosto de 2013

ARREGLANDO PROBLEMAS..

Algunas veces, los problemas de la vida se nos aparecen en tal número y tan inflexibles que parecen ser imposibles de resolver. Cuando comenzamos a estudiar Un Curso de Milagros, podríamos esperar que de alguna manera el Curso resuelva todos nuestros problemas.  Es bien cierto que el Curso ofrece la respuesta a nuestros problemas, pero no de la manera que pensamos. Nuestros problemas no dejar de aparecer.
Hace unos días, me levanté por la mañana con mi cabeza llena de pensamientos acerca de todas las áreas de mi vida que no estaban bien (de acuerdo a como yo las percibía). Todos sabemos a qué clase de cosas me refiero: preocupaciones monetarias, preocupaciones por mis relaciones, con mi trabajo, problemas con mi familia, mis padres, mi pareja, los chicos, problemas con mi jefe, los molestos vecinos, ese viejo conocido que sigue haciendo(o no haciendo) eso, la casa es muy chica, demasiado vieja, mal ubicada, me falta autoestima y confianza.
Mis preocupaciones específicas esa mañana estaban relacionadas con mi trabajo en la Red de Milagros, con la falta de dinero, el futuro, con mi perpetua ausencia de relaciones, con mi salud, con que me estoy poniendo viejo y si mudarme o no. ¿Cómo hago para solucionar todo esto? Era demasiado, y no sé por dónde empezar.
Luego, por supuesto, me di cuenta que en realidad, no hay respuestas “allá afuera”; porque los problemas no están “allá afuera”. Es tan liberador saber que el mundo fue puesto de esta manera por el ego precisamente para que no funcione. Fue puesto de esta manera para que represente lo opuesto de la paz del Cielo.
El mundo fue puesto así por el ego como una “pantalla de humo” para engañarnos y distraernos en la búsqueda de nuestro único problema; que para decirlo sencillito, es que nos hemos olvidado quiénes somos.
Cometemos un error tonto al creer que podemos estar separados de nuestro creador. Y habiendo creído esto, nos las hemos arreglado para encontrar evidencia que confirme esta creencia y olvidar que en algún momento tomamos una opción equivocada.
Nuestros “problemas” no desaparecen, sino que dejan de ser percibidos como problemas. Una vez que creemos que estamos aquí, creemos que nuestros problemas y sus soluciones están también aquí -  tal cual mi confusión matutina me demostró tan claramente. La verdad es que el mundo nunca funcionará. Es un lugar que funciona  mal, porque el ego que lo creó es un pensamiento que funciona mal.
El ego quiere que estemos preocupados con tratar de arreglar todo esto,  infructuosamente. Le encanta vernos infelices. Se frota las manos con alegría ante nuestra desdicha, con la condición de que sigamos buscando el problema donde no está – en el mundo – y buscando la solución cuando no hay ninguna. Si no podemos, nos va a alentar a negar nuestra pena y simular que todo esta de maravillas en el mundo.
Con cualquiera de los dos caminos, el ego quiere que nunca pongamos en duda que es nuestro amigo. No quiere que miremos dentro de nuestra mente en donde el verdadero problema (el pensamiento de separación) y nuestro verdadero Amigo, el Espíritu Santo, realmente están.
Una vez que nos demos cuenta que el mundo jamás dejará de tener problemas, dejaremos de intentar arreglarlo, y empezaremos a reírnos de la chifladura del pensamiento del ego y nos reconectaremos con la cordura que se encuentra en nuestra mente.
Una vez que empezamos a practicar, se va haciendo más fácil.  No es que nuestros “problemas” desaparezcan, sino que dejan de ser percibidos como problemas.
Ahora son oportunidades para acordarnos que tenemos que reconectarnos con la Solución Interior. Nuestra vida se transforma en una vivencia  para acordarnos y para olvidar alternativamente. 
La medida de nuestro progreso no es la ausencia de problemas, sino en cuán bien enfrentamos los problemas a medida que se suceden. Mientras vamos practicando, nos toma menos tiempo acordarnos. Este es el sueño feliz.
¿Es que acaso el mundo empieza a funcionar cuando nuestra mente se alinea más con el espíritu? Puede ser.
Cuando dejamos ir nuestra culpa y dejamos de proyectarla sobre el mundo, nuestras vivencias pueden tan solo mejorar.
Pero un mundo que funciona no es más verdadero que uno que no funciona. Ambos nos distraen al hacernos creer que la acción está “ahí afuera”.
Nada de este mundo va a funcionar en el sentido de conseguir la paz mental que andamos buscando.
El camino de Un Curso de Milagros es ver al mundo de otra manera, a través de la visión del perdón del Espíritu Santo, en lugar de los ojos del ego que todo condenan. A fin de cuentas, la respuesta a la duda de que si el mundo andará mejor o no, realmente no importa.
Deja de ser la cuestión principal. 
Al final, dejaremos de creer en la realidad de este drama.

Autor..Lan Patrick

lunes, 12 de agosto de 2013

palabras para comenzar ....

Hola Taty,
Un pensamiento para que empieces el día con el pie correcto:

No permitas que nada de lo que tus sentidos muestren, ni de lo que tus pensamientos digan te distraigan de este momento presente. Si practicas eso, experimentarás una paz desde donde la Voz de Dios hablara por ti.


No tendrás que preocuparte por que decir, pues se dirá a través de ti.
No tendrás que preocuparte por que decisiones tomar, ni que hacer, pues todo se hará a través de ti.
No tendrás que preocuparte por como se te proveerá, pues lo que necesites se experimentará a través de ti.


Recuerda, aquí tu no tienes el libre albedrío de tomar decisiones, aunque así lo parezca, sino que el poder de decidir a que Maestro eliges en cada momento. Es así de sencillo.

Gracias Nick Arandes por estas palabras.....

viernes, 21 de junio de 2013

¿Hasta cuándo?

¿Fuiste traicionado, maltratado, abusado? ¿No recibiste suficiente amor? ¿Tuviste carencias, falta de cuidado y aceptación? ¿Has tenido fracasos, tropiezos, pérdidas? ¡Todo eso parte de la vida! Sin embargo, la vida es perfecta tal y como es. Tu pasado ya no puede ser cambiado. Tu historia, dolorosa o feliz, ¡ya no puedes cambiarla! ¿Te gustan tus sentimientos actuales? ¿Te agrada lo que la vida te devuelve hoy? Si la respuesta es no, ¿qué esperas para hacerte responsable de tu vida y de tu felicidad? Si realmente quieres ser feliz, necesitas sanar tu autoestima y recuperar el asombro por la vida. ¿Puedes sentir el latido de tu corazón? ¡Siéntelo! ¡Estás vivo! Entonces, ¿por qué vivir como muerto en vida?, ¿por qué arrastrar cadenas invisibles que sólo tú puedes romper?, ¿hasta cuándo seguirás poniendo tu bienestar y tu valor en manos de otros?, ¿hasta cuando dejarás de criticarte y de no aceptar tu cuerpo, tu trabajo, tu familia, tu edad, tu vida?, ¿hasta cuándo quieres seguir dormido en la inconsciencia, en el desánimo, en el egoísmo, en el miedo, en la victimes, en la rutina, en tus enfermizos hábitos y adicciones?

Quizá olvidaste quién eres y te extraviaste dejándote manipular por los medios de comunicación, por los falsos y vacíos modelos de escaparate; te dejaste seducir por alcanzar un frívolo éxito que jamás llenará tu vacío interior. Permitiste que tu mente y tu corazón fueran robados, deformados, prostituidos por falsas creencias y mentiras; por una realidad distorsionada del mundo, de ti mismo. Dejaste que otros decidieran por ti, que controlaran tu visión y tu sentir. ¿Acaso estás moribundo o inconsciente? ¿Acaso no fuiste dotado de dones y talentos? No, ¡estás vivo!, ¡eres valioso y capaz!, ¡eres un milagro! Entonces, ¿hasta cuándo seguirás comportándote como un minusválido emocional?, ¿hasta cuándo seguirás desperdiciando la vida que fue soñada para ti? ¡Despierta! ¡Acéptate! ¡Respétate! ¡Ámate! ¡Suelta el pasado! ¡Perdona! ¡Libérate! ¡Sé agradecido! ¡Sé feliz!  (Autor: Fernando Rodríguez Gamboa)

sábado, 15 de junio de 2013

El significado de la enfermedad.

 
La enfermedad permanece como uno de los más apremiantes testigos del ego en su caso contra Dios. Sirve efectivamente el propósito del ego de dirigir nuestra atención hacia el efecto y no hacia la causa y hace que el cuerpo le parezca real, autónomo a la mente y, por lo tanto, fuera de nuestro control.
Comencemos con una definición adecuada: la enfermedad es un conflicto en la mente que se desplaza sobre el cuerpo. Independientemente de los muchos conflictos aparentes que nos acosan, en realidad sólo hay uno: el conflicto entre el ego y Dios. En verdad, no existe tal conflicto, pues Dios ni siquiera reconoce la existencia de lo que es inherentemente ilusorio. Para el ego, no obstante, la guerra en contra de Dios es muy real y mientras más nos identifiquemos con su sistema de pensamiento, más nos identificaremos con la creencia de que nuestra mente es un campo de batalla. Este conflicto básico descansa sobre la creencia en la separación, la cual nuestra culpa nos recuerda continuamente. La enfermedad, por lo tanto, es la proyección de esta culpa, la misma dinámica que observamos en la ira donde la culpa en nuestras mentes se proyecta sobre los cuerpos de otras personas. En la enfermedad esta culpa se proyecta sobre el nuestro. Para el ego, no existe diferencia acerca de quién es el objeto de su proyección, mientras alguien pueda servir para distraernos del verdadero hogar de la culpa en nuestras mentes.
Esta proyección de la culpa se puede entender de tres maneras. Primero, al atacarnos a nosotros mismos el ego procura expiar nuestra naturaleza pecaminosa y expresa nuestra negociación inconsciente con Dios de castigarnos a nosotros mismos, en vez de permitir que Dios nos castigue. Como afirma el Curso: “La enfermedad es una forma de magia. Quizá sería mejor decir que es una forma de solución mágica. El ego cree que castigándose a sí mismo mitigará el castigo de Dios” (T-5.V.5:4-6). Nuestro cuerpo sufrido, con el cual nos identificamos, se convierte en el precio que pagamos por nuestro pecado, con la esperanza de que esto satisfará al Padre iracundo que creímos haber atacado en nuestra separación de El. Puesto que “las defensas dan lugar a lo que quieren defender”, este mecanismo del ego simplemente refuerza nuestra culpa y “apacigua” al dios que fabricamos, quizás, pero a duras penas apacigua al ego cuyo deseo por la culpa es insaciable.
Segundo, no es suficiente que nos ataquemos, pues el ego continuará su progresiva búsqueda de chivos expiatorios. En una de las secciones más poderosas de Un curso de milagros leemos:
 
 
Siempre que consientes sufrir, sentir privación, ser tratado injustamente o tener cualquier tipo de necesidad, no haces sino acusar a tu hermano de haber atacado al Hijo de Dios. Presentas ante sus ojos el cuadro de tu crucifixión, para que él pueda ver que sus pecados están escritos en el Cielo con tu sangre y con tu muerte, y que van delante de él, cerrándole el paso a la puerta celestial y condenándolo al infierno... Tu sufrimiento y tus enfermedades no reflejan otra cosa que la culpabilidad de tu hermano, y son los testigos que le presentas no sea que se olvide del daño que te ocasionó, del que juras jamás escapará. Aceptas esta lamentable y enfermiza imagen siempre que sirva para castigarlo. Los enfermos no sienten compasión por nadie e intentan matar por contagio. La muerte les parece un precio razonable si con ello pueden decir: “Mírame hermano, por tu culpa muero”. Pues la enfermedad da testimonio de la culpabilidad de su hermano, y la muerte probaría que sus errores fueron realmente pecados. La enfermedad no es sino una “leve” forma de muerte; una forma de venganza que todavía no es total. No obstante, habla con certeza en nombre de lo que representa. (T-27.I.3:1-2; 4:3-9)
La necesidad del ego de proyectar la culpa es doblemente servida: primero proyecta la culpa sobre nuestro propio cuerpo y nos enferma como castigo por nuestros “pecados”. Luego trata de proyectar la responsabilidad de nuestro sufrimiento sobre otras personas. Detrás de cada forma de aflicción física se encuentra el nombre de alguien a quien juzgamos responsable de ella. No importa quién sea la persona, o si él o ella está vivo siquiera. Generalmente la acusación es inconsciente, pero en ocasiones estamos conscientes de un placer secreto que se deriva de acusar a alguien más por nuestra enfermedad. “Debido a lo que me has hecho, ahora estoy enfermo”.
El tercer uso que el ego tiene para la enfermedad es como “una defensa en contra de la verdad”. Como afirma el libro de ejercicios:
 
 
La enfermedad es una decisión. No es algo que te suceda sin tú mismo haberío pedido, y que te debilita y te hace sufrir. Es una decisión que tú mismo tomas, un plan que trazas, cuando por un instante la verdad alborea en tu mente engañada y todo tu mundo parece dar tumbos y estar a punto de derrumbarse. Ahora enfermas, para que la verdad se marche y deje de ser una amenaza para tus falsos castillos. (L-pI.136.7)
La verdad es espíritu, nuestra Identidad y única realidad. A medida que avanzamos en nuestro camino espiritual y progresivamente reconocemos que el único significado de este mundo radica en ayudarnos a recordar nuestro verdadero Hogar, el ego atacará esta verdad por medio de reforzar nuestra identidad física. Uno de los medios más poderosos para lograr esto es enfermarnos. Si sentimos dolor, hacemos el cuerpo real; si el cuerpo es real, el espíritu no puede serlo. De este modo el ego se pone a salvo del “ataque” de la verdad.
La enfermedad, pues, es intencional. Es un “método, concebido en la locura, para sentar al Hijo de Dios en el trono de su Padre” (M-5.I.1:7). Refuerza la creencia en la separación, la cual hizo en primer lugar que surgiera la culpa que sirve de fundamento a la decisión de enfermarnos. El círculo vicioso de culpa y ataque del ego se mantiene en esta forma. Alguien, por ejemplo, que se siente llamado por el Espíritu Santo para que propague Sus palabras de verdad repentinamente puede desarrollar un caso de laringitis, o dolencias de la garganta aún más serias, como parte de la intención del ego de castigarlo por su “pecado” de decir la verdad en contra suya. Una mujer temerosa de “dar el próximo paso” en su camino espiritual puede caerse y fracturarse el tobillo, o desarrollar flebitis u otra dolencia de los pies. Aunque los síntomas no siempre necesitan ser tan obvios como en estos ejemplos, si uno procurase descubrir el significado de cualquier síntoma específico, encontraría que su forma refleja el tipo específico de falta de perdón que yace sepultado en la mente del ego. Tal discernimiento, sin embargo, no sana, pues el perdón debe elegirse primero en lugar de la culpa. Desperdiciar horas interminables en la búsqueda de tal discernimiento puede muy bien servir a la astuta estrategia del ego de “buscar y no hallar”. Es el contenido detrás de la forma lo que es esencial.
Por lo tanto, vemos que la enfermedad no es diferente a cualquier otra forma que refleja el propósito del ego en el mundo. Ya hemos discutido que el mundo físico no es nada más que la proyección del pensamiento de separación subyacente. Así pues, el cuerpo simplemente lleva a cabo los deseos de la mente, puesto que no tiene ningún poder en sí mismo. Como afirma el Curso: “Sólo la mente puede errar. El cuerpo sólo puede actuar equivocadamente cuando está respondiendo a un pensamiento falso” (T-2.IV.2:4-5), pues “la enfermedad, no obstante, no es algo que se origine en el cuerpo, sino en la mente. Toda forma de enfermedad es un signo de que la mente está dividida...” (T-8.IX.8:6-7). Nuestra dificultad para aceptar esta sencilla verdad da testimonio de nuestra íntima identificación con el sistema de pensamiento del ego que nos equipara con el cuerpo. Creemos que el cuerpo es autónomo, vulnerable a fuerzas fuera de sí mismo y capaz de ser “sanado” por otras fuerzas externas. Dentro de las leyes del mundo del ego nuestros cuerpos son vulnerables y las leyes de la enfermedad así como las leyes de la medicina sí prevalecen. No obstante, prevalecen porque creemos en ellas, no porque sean ciertas.
Hay un famoso relato que ilustra este punto. Samuel Johnson, el hombre de letras británico del siglo 18, paseaba con el Obispo Berkeley, el filosófico idealista. Debatían la creencia de Berkeley de que el mundo material es ilusorio y para recalcar su posición el Dr. Johnson le dio una patada a un árbol y exclamó al sentir el dolor: “¡Eso es lo que a la ilusión se refiere!” Lo que Johnson falló en reconocer, sin embargo, fue que su pie era tan parte del mundo ilusorio como el árbol. Este hizo lo que la mente de él le ordenó que hiciera. Por hallarse dentro del mundo del ego, su cuerpo estaba sujeto a la leyes del mundo por lo cual sintió dolor. Es únicamente cuando elegimos el milagro y podemos decir y verdaderamente creer que “no me gobiernan otras leyes que las de Dios” (L-pl.76) que los efectos de las leyes del ego desaparecen: “Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. Este reconocimiento es lo que le confiere al milagro su poder curativo” (T-1.I.20)
La enfermedad se puede entender, por lo tanto, como un problema de la mente y no del cuerpo. Es una interpretación acerca del cuerpo que afirma que la separación de Dios es un hecho. Puesto que se necesitan dos personas para dar testimonio de la separación, también se requieren dos personas para hacer una enfermedad: una que crea que está enferma y otra que apoye tal creencia. “Ninguna mente puede estar enferma a menos que otra mente esté de acuerdo en que están separadas. Por lo tanto, su decisión conjunta es estar enfermas” (T-28.III.2:1-2). Si usted desarrolla síntomas físicos y yo comparto su creencia de que está enfermo, entonces yo estoy tan enfermo como usted, pues comparto la creencia en la separación que es la enfermedad. Ahora la curación es necesaria para ambos.
La dificultad en aceptar una visión de la enfermedad tan aparentemente ridícula se supera cuando somos capaces de romper nuestra asociación entre la enfermedad y el cuerpo físico o psicológico. La enfermedad se redefine aquí como que existe únicamente en la mente que cree en la separación, sin que importe la forma en que pueda manifestarse esa creencia. Esta diferencia en cómo se ve la enfermedad se refleja en las opiniones sobre curación que la definición de enfermedad genera.
 
Extracto del libro “El perdón y Jesús: El punto de encuentro entre Un Curso en Milagros y el Cristianismo”, de Kenneth Wapnick, Ph.D., Cap. 3, El significado de la enfermedad, Págs. 100/105
 

lunes, 3 de junio de 2013

...Eres salud eterna!!

La enfermedad es creada por Tí!! El cuerpo físico reacciona, se revela, siente dolor y eso ocurre cuando tenemos presiones en: la familia, en la amistad con otras personas al hacerte participar de sus opiniones y juicios... Nuestro cuerpo nos da un mensaje cuando enfermamos. Y esto puede ocurrir también cuando no actuamos correctamente, cuando no somos generosos, cuando somos rencorosos,cuando hacemos juicios o críticas a los demás y no generamos Alegría, cuando somos duales al pensar, cuando no Amamos al prójimo….o cuando no eres feliz porque no tienes dinero,por no posees la mejor casa, auto, ropa,familia, etc. etc.
La felicidad y la salud, la podemos hallar haciendo felices a los demás en pequeños detalles... dando un abrazo a un ser querido, regalando una flor, dejando de decir lo que no sientes y así harás, buen uso del silencio,pràctica la caridad, ayudando a un vecino, amigo o pariente,dejando que los demas, tengan la razón, diciendo una palabra de aliento, escuchando al otro, haciendo siempre el bien, Amando al otro, y dando sin recibir a cambio... Uno puede lograr todo lo material que cree que le va a ser más feliz, pero después descubre una vez alcanzado todo lo que ha deseado en la vida.. Sientes que hay que seguir en la búsqueda...¿Y qué es lo que buscas y es tan difícil de encontrar para ser FELIZ? Resp: BUSCAS LA PAZ! .... y está búsqueda culmina cuando te encuentras con DIOS , cuando encuentra al ser creado por el AMOR, que hay en cada uno de nosotros... Si no apuntas a DIOS, crearas las enfermedades del cuerpo y del alma!! Tú reconoces quíen eres, cuando te encuentras y meditas en DIOS, cuando PERDONAS, cuando uno RENUNCIA a las creaciones del al ego, al mundo que tú has creado!Cuando uno comienza a comprender al otro, a tolerarlo, cuando aceptas las diferencias, cuando te ves en cada persona que viene a tí! Creas el estado PERFECTO de lo que ERES!! El Hijo(a)PERFECTO, que DIOS Creo!Sólo así descubriendo en cada uno de nosotros a ese "SER", es que vamos a vivir la vida plena y a encontrar el sentido de nuestra existencia en el camino espiritual..¡Hermano,Goza de Salud Perfecta porque DIOS te creó SANO(a)!!

Te Amo como Dios me Ama... Taty

domingo, 31 de marzo de 2013

viernes, 15 de febrero de 2013

El Verdadero Amor por Nick Arandes


En realidad nadie puede definir lo que es el amor puesto que el amor es quienes realmente somos. No es algo que hacemos, sino que lo que hacemos es una expresión de nuestro verdadero ser. Por eso es que el Curso postula: "Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso esta mas alla de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es nuestra herencia natural." T-in.1:6-7
Aunque no podremos definir el amor, lo que si podemos reconocer es cuando estamos juzgando. En otras palabras, aunque me pueda sentir muy bien, lleno de regocijo y paz en algún momento, aun así, no podría identificar con certeza si lo que estoy sintiendo es amor, aun cuando eso sea amor.
Pero si se que cuando no me siento en paz, obviamente, estoy juzgando, y por lo tanto es una oportunidad para sanar, puesto que todo lo que veo (juzgo), independientemente de como luzca, su base es amor. Me explico utilizando otro postulado del Curso:
"Lo opuesto al amor es miedo, pero aquello que todo lo abarca no tiene opuestos."
Dios (Amor) es todo lo que es! Es quien realmente somos; es nuestra verdadera identidad. Y no hay nada mas. Lo único que ve opuestos es nuestro ego a través del juicio. Así que si vemos a alguien lleno de felicidad, amor, paz, regocijo, etc., es fácil sentir amor por esa persona. Sin embargo, cuando vemos a alguien lleno de odio, ira, resentimiento, culpando, atacando, se nos olvida que aunque el comportamiento refleje todo lo contrario de lo que es amor, el hecho de que el amor no tiene opuestos, eso también tiene que ser amor.
La pregunta que surge ahora es, pero por que es mas fácil ver el amor en la persona que es positiva y no en la que es negativa? Porque cometimos el error de "juzgar" a la persona positiva como positiva y a la persona negativa como negativa. Vez donde el ego nos engaña?
Al etiquetar algo en este mundo, independientemente de como luzca, es un juicio. La diferencia es que la persona positiva sencillamente representa algún aspecto de nuestra mente que esta en un estado positivo, y es mas fácil aceptarlo, mientras que la persona negativa, la cual refleja también un estado de nuestra mente, es mas fácil culparla. De esa forma el ego continua perpetuando en nuestra mente la idea de que estamos separados.
Recuerda que lo único que necesitamos para continuar perpetuando la separación es el juicio. Y no importa si el juicio es positivo o negativo, aun así, es un juicio, el cual solidifica en nuestra mente que lo que estamos observando (juzgando) es real. Y la diferencia es que le persona que "juzgamos" como positiva nos ayuda a mantener el sentido de separación en nuestra mente al igual que la persona negativa, por que de nuevo, estamos juzgando la experiencia como real, el cual es la meta del ego en todo momento.
Por eso es que el Curso nos pide que le entreguemos todos, no algunos pero "todos" nuestros pensamientos al Espíritu Santo para que los mismos puedan ser reinterpretados; para que podamos ver la verdad en cada momento y no nuestros juicios. Esa es la forma en que eventualmente el ego se deshace. Y la ventaja es que mientras continuemos viviendo esta experiencia humana, por lo menos, al usar el juicio (la verdad) del Espíritu Santo, podemos vivir una vida llena de regocijo, paz y amor, mientras despertamos de este sueño.
Ahora te preguntarías, pero si todo es amor, eso significa que tenemos que soportar el ataque de otros? No! Lo que significa es que en vez de juzgar el aparente ataque de otros, o el comportamiento de otros, sino que invitemos al Espíritu Santo para que nos ayude a reconocer el amor en cada momento. De lo contrario, vamos a usar cada experiencia como prueba de que nuestro juicio es cuerdo, y de esa forma continuaremos perpetuando esa experiencia por el resto de nuestra vida, quizás en una forma diferente.
Si estamos en una relación de pareja, por ejemplo, donde nuestra pareja no respeta nuestro espacio, ya que ella o el esta llena(o) de ira, aun cuando estamos claros de que es nuestra propia proyección, podríamos partir sin resentimiento alguno. Al ser nuestros pensamientos transformados, si en un futuro esa persona se encuentra en nuestra vida, debido a que no arrastramos nuestro juicio de un pasado que no existe de todas maneras, nadie sabe si en ese momento estamos guiados a continuar ese camino juntos como pareja. Lo mismo aplica a toda decisión que tengamos que confrontar. Dejar un trabajo o continuar en el mismo. Mudarnos de un medio-ambiente que no nos sirve, o reconocer la perfección y usarla como oportunidad para sanación. Aceptar una amistad o terminar esa relación. Ayudar a un mendigo o confiar el la perfección de su camino.
Recuerda que el mundo es un espejo, reflejando continuamente nuestro estado de consciencia. Eso no significa que si alguien nos ataca que tenemos problemas mentales. No! Lo que nos estamos dando es la oportunidad de reconocer donde todavía estamos juzgando. Si le entregamos esa experiencia al Espíritu Santo, responderemos con amor, y no reaccionaríamos a la misma. Si de lo contrario juzgamos la experiencia a través de el punto de vista del ego, reaccionamos de forma que podría ser detrimental para los dos.
Así que no tenemos que soportar lo que otros hacen. Solo tenemos que reconocer que estamos juzgando, y de esa forma, al entregarle nuestros juicios al Espíritu Santo, sabiendo que no sabemos nada, nos damos la oportunidad de sanar "nuestra" mente, de forma que podamos experimentar, y extender, nuestro verdadero amor!
"Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente:
No conozco el significado de nada, incluso esto.No se, por lo tanto, como responder a ello.
No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora.'

Cuando de este modo te niegues a tratar de enseñarte a ti mismo lo que no sabes, el Guía que Dios te ha dado te hablara." T-14.XI.6:6-10

!!CAMINEMOS TODOS HACIA UN GRAN DESPERTAR¡¡

"El Curso de Milagros" es un comienzo,no un
final.Tu amigo, el Espiritu Santo,va contigo.No estamos solos El siempre nos
acompaña! Cualquier cosa que nos pase o nos preocupe, estoy segura que El nos
guiara para retomar el camino a la Paz...Todo lo que tenemos que hacer es acudir a El y pedir una respuesta y esperar pues El te la dara con mucho Amor ....Ten confianza absoluta!!

Si no crees que ya estás preparado, si piensas que aún no estás listo, deja de pensar. Lee otra vez estas palabras de amor y deja que el sonido del amor se lleve tus preocupa­ciones. Entrégame a mí los pensamientos que aún te perturban y yo te los devolveré transformados por el Amor. No te lamentes por tus pensamientos ni creas en pérdidas de ningún tipo. De esta manera todo lo que ya has recibi­do será recordado en esta hora de la segunda venida de Cristo. (Libro Curso de Amor)

AMADO DIOS :
Te entrego este instante santo
Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.

1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. 3Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. 4Él está a cargo a petición mía. 5Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.(Curso de Milagros)


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