¡AMADO DIOS! YO:

Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar. [UCDM - LT, Cap. 2, 18.2 - 18.6]

♥ Una excelente obra ♥

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miércoles, 26 de noviembre de 2014

SOMOS COMO NIñOS

SOMOS COMO NIñOS

Es beneficioso tener presente a medida que leemos el Curso cuán a menudo Jesús se refiere a nosotros como niños pequeños. No nos llama ni adultos ni personas maravillosamente maduras. Una y otra vez, nos dice que somos como niños. El Curso está escrito para nosotros como niños pequeños, en la forma en que Jesús, como un hermano mayor más sabio, que entiende la diferencia entre la realidad y la ilusión, está tratando de enseñarles a sus hermanos y hermanas menores algo sobre lo cual no tienen la más mínima idea. Es extremadamente humilde y beneficioso aceptar el hecho de que, sí, somos cual niños pequeños. No tiene la intención de insultarnos. Si podemos aceptar eso, entonces podemos comenzar a aceptar la ayuda que está ahí.

Cuando negamos ser como niños, estamos reproduciendo el error original cuando nos volvimos hacia Dios y dijimos: “Ya no te necesito más. Puedo hacerlo yo solo. Puedo hacerlo a mi manera. Sé mejor que Tú lo que necesito y lo que quiero. Si no me lo vas a dar, lo haré yo solo.” Y eso hicimos. Nos separamos dentro del sueño y fabricamos un mundo y un yo; una identidad de la cual decimos: “Este es quien soy.” Y de algún modo, en la demencia de nuestras mentes, realmente creemos que esto es mejor que el Cielo que tiramos. Obviamente esto no es humildad; es la cumbre de la arrogancia. Y ciertamente no es cordura. Es la cumbre de la demencia. Jesús nos está preguntando siempre en el Curso por qué persistimos en creer en algo que francamente no funciona, y que sabemos que no funciona.

Hay dos líneas en el texto -unos cientos de páginas aparte- que si se unen, dicen: “Renuncia ahora a ser tu propio maestro, pues te enseñaste muy mal” (T-12.V.8:3; T-28.I.7:1). Firme, terca y tenazmente rehusamos hacerlo. Decimos: “No, yo soy mi propio maestro, y sé lo que estoy haciendo,” incluso cuando es obvio que no sabemos lo que estamos haciendo en absoluto, y que nada de lo que jamás hemos hecho por nuestra cuenta funciona. Por lo tanto, Jesús nos está diciendo básicamente en el Curso: “Lo que has hecho no funciona. ¿Por qué al menos no me das o le das al Espíritu Santo una oportunidad, puesto que no tienes nada que perder? Ya lo has perdido todo. Y aquí nada va a funcionar jamás o a brindarte felicidad o paz.

Pero nos sentimos aterrados del amor -estamos tan aterrados de Jesús y de Dios- que continuamente nos resistimos a lo que Jesús nos dice, y levantamos una barrera tras otra para mantener su amor alejado. El comienzo de darle la vuelta a esto llega cuando somos capaces de reconocer lo que estamos haciendo y entonces podemos decir: “Sabes, aquí hay algo realmente erróneo. Puede ser, solo tal vez, hay una leve posibilidad de que me haya equivocado.” Ese reconocimiento es la invitación al Espíritu Santo de la cual habla el Curso. Eso abre la puerta. 

~Ken Wapnick 

!!CAMINEMOS TODOS HACIA UN GRAN DESPERTAR¡¡

"El Curso de Milagros" es un comienzo,no un
final.Tu amigo, el Espiritu Santo,va contigo.No estamos solos El siempre nos
acompaña! Cualquier cosa que nos pase o nos preocupe, estoy segura que El nos
guiara para retomar el camino a la Paz...Todo lo que tenemos que hacer es acudir a El y pedir una respuesta y esperar pues El te la dara con mucho Amor ....Ten confianza absoluta!!

Si no crees que ya estás preparado, si piensas que aún no estás listo, deja de pensar. Lee otra vez estas palabras de amor y deja que el sonido del amor se lleve tus preocupa­ciones. Entrégame a mí los pensamientos que aún te perturban y yo te los devolveré transformados por el Amor. No te lamentes por tus pensamientos ni creas en pérdidas de ningún tipo. De esta manera todo lo que ya has recibi­do será recordado en esta hora de la segunda venida de Cristo. (Libro Curso de Amor)

AMADO DIOS :
Te entrego este instante santo
Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.

1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. 3Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. 4Él está a cargo a petición mía. 5Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.(Curso de Milagros)


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