¡AMADO DIOS! YO:

Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar. [UCDM - LT, Cap. 2, 18.2 - 18.6]

♥ Una excelente obra ♥

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sábado, 16 de enero de 2010

El milagro es un cambio en la percepción....


Decir que no hay nada que Dios no pueda hacer es decir que no hay nada que el Amor no pueda hacer. De poco sirve pedir ayuda a Dios si no estamos dispuestos a abrir nuestros corazones a aquellos aspectos a los que están cerrados. No es sólo el Amor de Dios hacia nosotros lo que prepara el camino para los milagros, sino nuestro Amor por los demás.

Si no sabemos expresar el Amor de Dios mediante la fe, la compasión o el perdón, entonces el problema no será la ausencia del poder de Dios sino nuestro fracaso en poner nuestra voluntad en sintonia con la suya.
El no puede hacer por nosotros lo que no puede hacer mediante nosotros. Una casa puede tener una instalación eléctrica, pero necesita lámparas para estar iluminada.
Un milagro es simplemente un cambio en la percepción. Cuanto más en línea estamos con los principios del amor, más poder adquirimos.

Es nuestra fe la que hace posible los milagros, la que abre nuestra mente, y por lo tanto el futuro, a posibilidades inimaginables. "Amado Dios, por favor envíame un milagro" es una poderosa oración para pedir ayuda cósmica. Orar es una acción espiritual.

Esta Tierra está dominada por pensamientos de miedo, y estamos condicionados por esos pensamientos a olvidar el poder de nuestro origen. Olvidamos que tenemos el poder extraordinario de obrar milagros en nombre de Dios. La ilusión y el miedo inmovilizan al Prometeo que hay en nuestro interior. No, no puedo hacer esto o quello porque no tengo bastante dinero, talento o inteligencia. Mientras existan barreras en nuestra mente, estamos condenados a permanecer tras ellas. Pues si piensas que no puedes, no puedes. Si piensas que puedes, quizá puedas. Si piensas que Dios puede, estás en la vía de conseguir un triunfo espiritual. Dios no es tacaño con sus milagros; es una pena que pidamos tan pocos.

Pedir un milagro no es un signo de arrogancia ni de ambición. Los milagros no son posibles por algo que nosotros hacemos, lo son debido a la naturaleza de Dios. No somos nosotros quienes los hacemos, sino que hacemos que se produzcan a través de nosotros cuando abrimos más nuestros corazones al amor. El corazón místico es afable, y de este modo es un conducto a través del cual Dios se revela de forma natural. Tenemos un poder en nuestro interior, aunque no sea nuestro, que puede sanar milagrosamente al mundo entero.

Cuando tu corazón se ha ablandado, cuando has dejado de culpabilizar, de hablar tanto y has empezado a escuchar verdaderamente, sólo entonces se ha comenzado a tambalear alguno de nuestros muros. Más que hacer algo te has liberado de las energías de la terquedad.Ha ocurrido un milagro, no porque lo hayas provocado sino porque lo has permitido. "Cuando hay un gran amor, siempre hay milagros"

Sólo el amor tiene el poder de alterar las vibraciones más sutiles de la energía humana, pues el amor transforma los acontecimientos en el plano de la conciencia, y éste es el plano de la causa verdadera. El principio espiritual aborda la verdadera causa de todos los problemas, porque cualquier problema es esencialmente una crisis espiritual.

Cuando estamos abiertos a la posibilidad de que el poder de Dios es verdaderamente ilimitado, somos transportados automáticamente al reino de la posibilidad donde los milagros fluyen de forma natural.
Nuestra relación con Dios es nuestra relación con nosotros mismos, pues en modo alguno estamos separados de El. Cuando estamos a su lado, confiamos plenamente en nuestro propio poder; cuando nos consideramos separados de El, somos arrojados al caos y al miedo. Saber que somos uno con Dios es saber que somos amor infinito. Cuando no somos afectuosos, no estamos siendo nosotros mismos. El amor infinito no es un atributo de nuestro ser, sino su esencia. Nuestro único problema real es que hemos olvidado quienes somos.
Cuando olvidamos que somos amor, nos olvidamos de amar. Es lo que elegimos, no nuestra identidad, lo que determina nuestra experiencia.

Cuando queremos que suceda un milagro, basta con pedirlo. Al pedir un milagro, estamos pidiendo la intercesión divina, invitando al espíritu de Dios a entrar en nosotros y cambiar nuestra perspectiva. No sirve de nada decir: "amado Dios, quiero que obres un milagro, pero no quiero cambiar mis ideas respecto a nada". La ley de causa y efecto es una ley inmutabledel universo. Lo que pensamos lo obtenemos, y Dios intervendrá entre nosotros y nuestros pensamientos y sus efectos.

Cuando nuestras mentes dejan de estar fragmentadas por la ilusión de la separación entre nosotros, y se han sanado mediante la verdad de la unidad, despertamos a una nueva dimensión de compasión. Dentro del manto de ese amor, prácticamente no hay nada que podamos hacer. Hemos recordado quién es Dios. Hemos recordado quiénes somos nosotros. Por último, estamos completos."

Texto del libro "Espera un MILAGRO cada día"
Autor: Marianne Williamson

!!CAMINEMOS TODOS HACIA UN GRAN DESPERTAR¡¡

"El Curso de Milagros" es un comienzo,no un
final.Tu amigo, el Espiritu Santo,va contigo.No estamos solos El siempre nos
acompaña! Cualquier cosa que nos pase o nos preocupe, estoy segura que El nos
guiara para retomar el camino a la Paz...Todo lo que tenemos que hacer es acudir a El y pedir una respuesta y esperar pues El te la dara con mucho Amor ....Ten confianza absoluta!!

Si no crees que ya estás preparado, si piensas que aún no estás listo, deja de pensar. Lee otra vez estas palabras de amor y deja que el sonido del amor se lleve tus preocupa­ciones. Entrégame a mí los pensamientos que aún te perturban y yo te los devolveré transformados por el Amor. No te lamentes por tus pensamientos ni creas en pérdidas de ningún tipo. De esta manera todo lo que ya has recibi­do será recordado en esta hora de la segunda venida de Cristo. (Libro Curso de Amor)

AMADO DIOS :
Te entrego este instante santo
Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.

1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. 3Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. 4Él está a cargo a petición mía. 5Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.(Curso de Milagros)


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