Si te falta la fe:

...pide que se te restituya allí donde se perdió, y no intentes que se te indemnize por ella en otra parte, como si te hubiese privado injustamente de ella.

Muchísimas veces perdemos la fe porque las soluciones a los problemas no se dan como nosotros queremos, porque nos sentimos cansados de tantas caídas, porque llegamos hasta gritarnos “hasta cuando”, porque donde creía que ya había sanado se vuelve a disparar la lección, y hasta llegamos a dudar y perdemos la fe a todo el proceso de deshacimiento que venimos haciendo.
La falta de fe nos hace creer que el problema está afuera y que la solución también está afuera, y el desanimo nos aleja a que nos demos cuenta que todo está siendo proyectado desde nuestra mente. Debemos dejar la costumbre de trasladar el problema que tenemos por nuestros pensamientos, palabras u obras, a otro lugar para no hacernos responsable, sino al contrario perpetuarlo.
Si todo está saliendo de nuestras mentes, las mentes no pueden atacarse. Pero si pensamos en cuerpos, si podemos sentir la falta de fe, y más cuando los cuerpos no pueden solventar la lección que se nos ha disparado en la mente.
Esa falta de fe nos hace atacar la Verdad que hay en nosotros, llegando a dudar del perdón, como herramienta de deshacimiento.
Somos nosotros individualmente los que nos separamos de la fe, y esperar indemnización a través de la forma, es la locura, porque nuestra falta de fe nos está recordando lo que no hemos dado.
Respira…respira y trae a la mente ese instante en que tu fe se ha perdido, no crees en nada, piensas que la única solución a todos tus problemas deben de ser resueltos desde cualquier decisión que se tome afuera…respira…siente tu rabia…siente tu rabia a todos los instantes en que depositaste le fe en el Espíritu en ti, siente el fracaso sentido porque los resultados fueron más confusión, respira…siente la creencia de que tu hermano te ha hecho algo…respira…siente la culpa proyectada al hermano para no reconocer lo que tú ya le has hecho… respira…siente como vibras en rencor contra el hermano…respira y desde lo más profundo de tu corazón entrégale al Espíritu Santo en ti, todos estos sentires para que haga Él la corrección en tu mente y en tu corazón.
Entrégale también al Espíritu Santo en ti el perdón a ti mismo por quedarte creyendo en eso afuera que generó todos tus sentires de falta de paz, de falta de fe.
Respira…y deja que la luz de la verdad brille desde el centro de la situación, desde tu corazón, siente como se reinstaura de nuevo en ti la fe en ti mismo, en tu parte divina, porque esta fe que sientes sale de la Causa Amorosa del centro de la Mente de Dios. Respira…Y siente como tu corazón emana Gratitud hacia el Cristo de todos los hermanos por ayudarte a recordar lo que tú eres:
Por la Gracia de Dios VIVO
Por la Gracia de Dios soy LIBERADO
Por la Gracia de Dios DOY
Por la Gracia de Dios he de LIBERAR
CCLL