¡AMADO DIOS! YO:

Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar. [UCDM - LT, Cap. 2, 18.2 - 18.6]

♥ Una excelente obra ♥

♥ Una excelente obra ♥
Cargando

domingo, 16 de febrero de 2014

La Disociación

Luego de  trabajar por muchos años con Un Curso de Milagros nos damos cuenta de que hay una parte de nosotros que está dividida-o para utilizar el término psicológico-estádisociada. Por un lado, hemos escuchado  y leído las palabras del Curso una y otra vez y el sistema de pensamiento nos hace cada vez más y más sentido mientras transcurren los meses y años de estudio y práctica. Sin embargo, algo muy peculiar sucede. Es casi como si un muro se hubiese construído dentro de nosotros de tal manera que no ha habido transferencia o experiencia directa en nuestras vidas personales de lo que hemos entendido y aprendido. En otras palabras, seguimos viviendo nuestras vidas con ira, crítica, complaciendo nuestro especialismo, enfermándonos y corriendo hacia el médico. Hacemos generalmente las cosas que hace la gente normal como si nada de lo hubiésemos estudiado y aprendido en este curso hubiese tenido un efecto. Es como si existiera una parte de nosotros que cree en la verdad y otra parte completamente diferente que vive en nuestras vidas diarias como cuerpos manejando todas las cuestiones que confrontan nuestros cuerpos. Las dos partes parecen estar completamente desconectadas.
 
Es muy importante que como estudiantes de este curso miremos esto honestamente. Muchos de nosotros que hemos estado con este sistema de pensamiento por un largo tiempo vamos a quejarnos: “¿Cuándo podré entenderlo? ¿Cuándo el resto de la gente podrá entenderlo?” Lo que se refleja aquí es esta extraña disociación que todos practicamos-como decir, la mano derecha no sabe lo que la mano izquierda hace, el cerebro derecho no sabe lo que hace el izquierdo o la mente errónea no sabe lo que hace la mente recta. Comoquiera que se describa existe una seria división y mirar esta división es lo que Jesús quiere decir cuando nos pide que seamos honestos con él y que no ocultemos nada. Hace mucho sentido el que tengamos una pared ya que este material es extremadamente amenazante. Esto se dice una y otra vez pero parece ser como que no le dejamos pasar a través de nosotros. En algún punto vamos a tener que ocuparnos de esto. Debemos de mirarlo, no solamente a nivel intelectual, sino tratar de sentir qué es lo que estamos haciendo que impide que lo que sabemos que es la verdad permee nuestras vidas.
 
Esto no quiere decir que no estemos perdonando más o que estemos emitiendo menos juicios de lo que estábamos haciendo al principio de nuestro trabajo con este curso. Significa más bien que existe una barrera. Nuevamente, es comprensible el que haya una barrera, pero entender simplemente el porqué no es suficiente porque entonces esto se puede convertir en una defensa, y así ocurre usualmente. Tú puedes entender hasta que tu cara se torne azul y nada va a cambiar. Es mucho más importante tratar de sentir qué es lo que te detiene de tomar las palabras que has escuchado y leído una y otra vez en el curso y dejar que los principios afecten todo en tu vida, porque éstos deben afectar y cambiar todo en tu vida. Es tan natural para nosotros el quejarnos, encontrar faltas, separar o excluir que no le damos un segundo pensamiento. Entonces asistimos a una clase de Un Curso de Milagros, hacemos lo que sea que hacemos con éste y lo entendemos. Nuevamente, hay una pared que separa estos dos aspectos de nuestra experiencia: entendemos y aceptamos lo que estudiamos en el curso como la verdad y luego vamos y vivimos nuestra vida aparentemente sin haber sido afectados por el curso. 
 
Nada cambia o molesta nuestra visión del mundo más que Un Curso de Milagros. No solamente nos dice que el mundo es una ilusión, tambien dice que el pensamiento que hace este mundo es una ilusión. No es solo que este cuerpo como materia es una ilusión, sino que el pensamiento que hizo este cuerpo también es ilusorio. Esto nos deja como individuos absolutamente en ninguna parte, porque está diciendo  que como individuo yo soy totalmente una no-entidad, una “no-cosa”, un “no-pensamiento”. Obviamente esto es extremadamente aterrador y abrumador. Pero en vez de tratar con esta conclusión, la dividimos. La disociación es una maravillosa defensa psicológica donde tenemos dos pensamientos que se excluyen mutuamente, no los dejamos ir, los disociamos uno del otro. 
 
Lo que nos dice el curso es una fuente de agitación para nosotros. La agitación no es buena en un sentido. Ninguna persona de mente recta quiere estar alterada o en desasosiego; pero, desafortunadamente estamos tan instalados en nuestro sistema de pensamiento que muchas veces la única manera de desalojarnos de éste es el sentirnos agitados. Así que, lo que es un gentil recordatorio de la verdad se torna en nuestra experiencia en una dura y agitada confrontación. La presencia de Jesús solo puede ser amorosa y gentil; no existe nada confrontacional o en oposición acerca de ello. El amor simplemente es. Pero nuestro miedo al amor, que es lo que es la resistencia lo torna en un enemigo. Y por lo tanto nuestros “amigos” se tornan entonces en la culpa, el miedo, la angustia, la muerte, el sufrimiento y la separación- estamos extrañamente confortables con ellos. Estos son nuestros “amigos”, ellos no nos agitan en el sentido de ser una amenaza a lo que somos. La verdad de Un Curso de Milagros amenaza nuestra existencia, y por lo tanto nos agita. Si tú no estás consciente de esto entonces el Curso no está llegando a ti.
 
Cuando Jesús nos dice que traigamos la ilusión a la verdad, o la oscuridad a la luz, él estáhablando de terminar la disociación. Cuando miramos a la mente dividida con él se termina la disociación. Manteniendo la mente dividida tenemos a nuestro ego, nuestro especialismo y tambien tenemos al Espíritu Santo. Vivimos nuestra vida de especialismo, nuestro cuerpo, como si nada hubiese pasado en una parte de nosotros. Entonces está la otra parte que tiene el Curso. Los mantenemos separados.
 
 Lo que nos ayuda a pasar la pared cada vez más es darnos cuenta lo bien que se siente cuando hacemos lo que dice Jesús y lo terrible que se siente tener esa pared y jugar un juego con Jesús: “yo no voy a hacer la lección como tú dices; no voy a hacer esto, no voy a hacer aquello otro!” Necesitamos sentir el dolor de esta perreta infantil y lo bien que se siente cuando finalmente la dejamos ir. Es muy simple, pero ese es el problema-que es simple. El ego adora la complejidad. Lo peor que tú puedes hacer es resistir la resistencia o idear técnicas para superarla. La idea es no hacer nada con la resistencia. Las técnicas no deshacen la resistencia, no utilices técnicas para deshacerla.  Mejor reconoce que la resistencia está ahí y permítete sentir sus efectos. La resistencia es la pared. Pídele a Jesús o al Espíritu Santo que te ayude a mirarla sin juicios. El trabajo “duro” es el aprender que no tienes que hacer nada acerca de la resistencia. Haz la magia que tengas que hacer que te ayude a pasar el día y el dolor emocional o físico. Está muy bien el que trabajes el síntoma, después de todo nadie quiere estar con dolor y si existe una manera rápida de deshacerte del dolor pues entonces utilízala. Solo no te engañes a ti mismo pensando que te estás deshaciendo de la fuente del problema. Te estás deshaciendo del síntoma y es muy cruel no utilizar algo que pueda aliviar un síntoma solo porque no es “espiritual”. Por otra parte no hagas nada acerca de la causa, porque cuando haces algo acerca de la causa la estás haciendo real. Cuando haces algo acerca de la resistencia la estás haciendo real. Esto es exactamente lo que tu ego quiere que hagas. No pelees contra este. Nuevamente, solo conscientízate de que hay una pared y dí a ti mismo “ Esto es lo que estoy haciendo”, pero al mismo tiempo permítete lo mejor que puedas el experimentar los efectos de la pared. Eso es todo. No hagas nada más.
~Ken Wapnick 



domingo, 9 de febrero de 2014

No soy una víctima de las circunstancias

 

 
La idea de hoy no requiere que sea una creencia sin más, sino que requiere que la apliques para comprobar después si es creíble para ti.
Para ello, te propongo que examines todas aquellas situaciones en las que te sientas víctima de las circunstancias o de ciertas personas; y mientras las mantienes presentes en tu mente, respires en silencio para ti: “Hay otro modo de ver esta situación en la que que nadie sea una víctima”.
Esto no es para liberar a nadie de responsabilidad alguna, sino para liberarte a ti de juzgar y culpar.
Cuando dejas de juzgar y de buscar culpables, eres por fin libre (de una forma que nunca has soñado).
Lo que te propongo no es muy difícil y puede ayudarte a recuperar tu paz interior en cualquier situación.
Si quieres ir un poco más allá, y te atreves a saltar todo el rencor y hacerlo para siempre, voy a proponerte que vuelvas a pensar en la situación que te perturba mientras repites para ti mismo: “Podría sentir paz interior en lugar de rencor”. Nadie sugiere que “debas” sino que “puedes”.
Una vez la mente acepta esa nueva opción, es cuestión de tiempo que se aplique.
Así que recapitulando: “No soy una víctima de las circunstancias pues puedo sentir paz interior en lugar de rencor”.
 
R.S

!!CAMINEMOS TODOS HACIA UN GRAN DESPERTAR¡¡

"El Curso de Milagros" es un comienzo,no un
final.Tu amigo, el Espiritu Santo,va contigo.No estamos solos El siempre nos
acompaña! Cualquier cosa que nos pase o nos preocupe, estoy segura que El nos
guiara para retomar el camino a la Paz...Todo lo que tenemos que hacer es acudir a El y pedir una respuesta y esperar pues El te la dara con mucho Amor ....Ten confianza absoluta!!

Si no crees que ya estás preparado, si piensas que aún no estás listo, deja de pensar. Lee otra vez estas palabras de amor y deja que el sonido del amor se lleve tus preocupa­ciones. Entrégame a mí los pensamientos que aún te perturban y yo te los devolveré transformados por el Amor. No te lamentes por tus pensamientos ni creas en pérdidas de ningún tipo. De esta manera todo lo que ya has recibi­do será recordado en esta hora de la segunda venida de Cristo. (Libro Curso de Amor)

AMADO DIOS :
Te entrego este instante santo
Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.

1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. 3Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. 4Él está a cargo a petición mía. 5Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.(Curso de Milagros)


Certificado DireWeb.com