En infinidad de ocasiones no recibimos la respuesta que deseamos de los demás porque la buscamos en la persona equivocada. La responsabilidad no es de ellos, sino nuestra por pretender que alguien que no desea darnos lo que queremos nos lo de. Hemos de saber buscar y encontrar la respuesta adecuada en las personas y circunstancias adecuadas, y esa es nuestra responsabilidad.
Cuando sepamos darnos lo que deseamos, sabremos elegir en el mundo a la persona que nos lo refleje convenientemente. Si no sabemos amarnos, difícilmente sabremos reconocer a la persona que pueda hacerlo, pero si aprendemos a amarnos a nosotros mismos, reconoceremos al reflejo perfecto en el exterior, sabremos elegir a quien amar, con quien compartir lo mejor que hay en nosotros. De lo que se deduce que para hallar algo en el mundo, primero hemos de buscarlo y encontrarlo dentro de nosotros mismos.
Podrías escribir: como te gustaría ser amado y tratado, ¿Qué tendría que pensar de ti, sentir por ti y actuar la gente contigo para que fueras feliz? Descríbelo con todo lujo de detalles y luego léelo para ti mismo y examina si piensas, sientes y haces todo ello contigo mismo, si eso que exiges al otro te lo proporcionas tú. Deja de proyectar esa necesidad en los demás y trata de aplicártelo, aprenderás mucho sobre ti. Veras que cuando descubres la manera de dártelo te liberas de la dependencia de los demás. No se elimina el afecto, sino solo la dependencia emocional de las personas que te lo demuestren. Cuando experimentas afecto por ti mismo, cuando aprecias tu vida, lo que haces, lo que sientes, lo que piensas, estas a un paso de la liberta.
( del libro: La clave esta en tus sueños)
Autor: Beatriz F. Del Castillo.
viernes, 5 de junio de 2009
SABER DARSE LO QUE UNO MISMO DESEA:
