¡AMADO DIOS! YO:

Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar. [UCDM - LT, Cap. 2, 18.2 - 18.6]

♥ Una excelente obra ♥

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sábado, 6 de diciembre de 2008

La vision de la Navidad!


Cada año en las fechas cercanas a la Navidad se ha dicho que es tiempo para mejorar las relaciones que mantenemos con familiares, amigos, vecinos y compañeros de estudio o de trabajo, que es el tiempo para perdonar a quienes se considera han cometido actos agresivos, en este tiempo incluso son perdonados y sacados de las cárceles infractores llamados menores, incluso se realizan suspensiones de ataques bélicos entre regiones, países e idiosincrasias. Como vemos no ha cambiado mucho el pensamiento anual navideño, seguimos esperando este momento del año para tomar nuevas decisiones que construyan un mundo armónico en el que todos los seres vivamos felices y en paz. En mi caso particular y como cada año también, en estas fechas navideñas me viene a la mente la misma pregunta que me he hecho por muchos años: ¿por qué es solo en esta fecha que las personas hablan de la paz, del perdón y del amor que nos debemos unos a otros? Me lo pregunto porque yo pienso que esta paz, este amor y este perdón no tienen fechas, son permanentes, deben ser de todos los días con todas sus horas, minutos y segundos. Sobre todo y lo más importante, es un perdonarnos y amarnos a nosotros mismos y desde esta visión extenderlo a los demás, pero no solo porque es Navidad, no solo porque es nuestra familia o nuestros amigos, sino porque es en este tiempo que se conmemora el nacimiento de Jesús y con ello nos recuerda su mensaje de amor, el amor y el perdón que él nos vino a enseñar y que con el transcurso de los años pareciese que en ocasiones se nos olvida o bien lo acomodamos a nuestra manera y a ciertas fechas. El pensamiento de amor que dejó como enseñanza está basado en el perdón, no en el sufrimiento, está basado en el amor, no en el dolor, es una enseñanza que nos conduce de la oscuridad del ego a la luz del Cielo de Dios. 2. El símbolo de la Navidad es una estrella: una luz en la oscuri­dad. No la veas como algo que se encuentra fuera de ti, sino como algo que refulge en el Cielo interno, y acéptala como la señal de que la hora de Cristo ha llegado. Cristo llega sin exigir nada. No le exige a nadie ningún tipo de sacrificio. En Su Pre­sencia la idea de sacrificio deja de tener significado, pues Él es el Anfitrión de Dios. Y tú no tienes más que invitar a Aquel que ya se encuentra ahí, al reconocer que Su Anfitrión es Uno y que ningún pensamiento ajeno a Su Unicidad puede residir allí con Él. El amor tiene que ser total para que se le pueda dar la bienve­nida, pues la Presencia de la santidad es lo que crea la santidad que lo envuelve. Ningún temor puede asaltar al Anfitrión que le abre los brazos a Dios en la hora de Cristo, pues el Anfitrión es tan santo como la Perfecta Inocencia a la que protege, y Cuyo poder a su vez lo protege a Él. (T.15.XI.2) Cada día es una oportunidad de crecer, de hacernos responsables de cada pensamiento, de cada sentimiento y de cada actitud. Cada instante es el momento adecuado de ver más allá de los comportamientos expresados a través de los cuerpos que nos rodean, que viven junto de nosotros. Cada día nos da la oportunidad de observar y perdonar los errores en nuestras decisiones, de corregir, de amarnos y perdonarnos, de extender este perdón y este amor a quienes nos rodean. Es la oportunidad de no juzgar, de no atacar ni sentirnos atacados. De elegir nuevas formas de pensamiento y vida, pero no solo durante los días que dura el entusiasmo navideño y el recibir el nuevo año, sino durante cada día del año, porque cada instante de nuestra vida es el momento oportuno para reconstruir y transformar el mundo irreal de pesadilla en un mundo armónico lleno de alegría y de paz, un mundo por el cual caminar con un pensamiento de gratitud por todos los regalos que nos acompañan, un mundo en el podemos transitar llenos el amor de Cristo. No permitas que la desesperanza opaque la alegría de la Navi ­dad, pues la hora de Cristo no tiene sentido si no va acompañada de alegría. Unámonos en la celebración de la paz, no exigiéndole a nadie ningún sacrificio, pues de esta manera me ofreces el amor que yo te ofrezco. ¿Qué podría hacernos más felices que percibir que no carecemos de nada? Ése es el mensaje de la hora de Cristo, que yo te doy para que tú lo puedas dar y se lo devuelvas al Padre, que me lo dio a mí. Pues en la hora de Cristo se restablece la comunicación, y Él se une a nosotros para celebrar la creación de Su Hijo. (T.15.IX. Imaginemos solo por un instante ¿cómo sería el mundo si cada día del año estuviésemos con la actitud en que nos vemos unos a otros en esta época navideña? La tan famosa época del amor y el perdón, pero que solo termina y volvemos a la misma forma de expresión. Volvemos a expresarnos desde el ego, volvemos a sentirnos carentes, nos peleamos con nosotros mismos, sentimos que el sufrimiento es necesario, nos separamos a través de nuestras ideas obsesivas de que solo los que piensan como nosotros son los que están en lo correcto. Bueno, pues la gran oportunidad está en nuestra puerta, solo se requiere abrirla y tomar la decisión de permanecer los 365 días del año 2008 y sus minutos restantes, en la actitud de pensamiento de amarnos, sentirnos llenos de gratitud y poder así bendecirnos y aceptarnos incondicionalmente, poder transitar en paz y en amor, aceptando que podemos vivir en un mundo que es un abanico de formas de pensamiento y que podemos caminar dentro de nuestras diferencias pero en Unidad, que podemos decir “no observo lo mismo que tu, pero respeto tu visión”. Esto lo podemos lograr si lo decidimos, es tan solo una dosis de buena voluntad y en ello va el soltar nuestra viejas estructuras, es soltarnos ante el Espíritu Santo que nos conducirá suavemente en este aprendizaje. Esta Navidad entrégale al Espíritu Santo todo lo que te hiere. Permítete a ti mismo ser sanado completamente para que puedas unirte a Él en la curación, y celebremos juntos nuestra liberación liberando a todo el mundo junto con nosotros. Inclúyelo todo, pues la liberación es total, y cuando la hayas aceptado junto conmigo la darás junto conmigo Todo dolor, sacrificio o peque­ñez desaparecerá de nuestra relación, que es tan pura como la relación que tenemos con nuestro Padre, y tan poderosa. Todo dolor que se traiga ante nuestra presencia desaparecerá, y sin dolor no puede haber sacrificio. Y allí donde no hay sacrificio, allí está el amor. (T.15.XI.3)

Por Georgina Arteaga

!!CAMINEMOS TODOS HACIA UN GRAN DESPERTAR¡¡

"El Curso de Milagros" es un comienzo,no un
final.Tu amigo, el Espiritu Santo,va contigo.No estamos solos El siempre nos
acompaña! Cualquier cosa que nos pase o nos preocupe, estoy segura que El nos
guiara para retomar el camino a la Paz...Todo lo que tenemos que hacer es acudir a El y pedir una respuesta y esperar pues El te la dara con mucho Amor ....Ten confianza absoluta!!

Si no crees que ya estás preparado, si piensas que aún no estás listo, deja de pensar. Lee otra vez estas palabras de amor y deja que el sonido del amor se lleve tus preocupa­ciones. Entrégame a mí los pensamientos que aún te perturban y yo te los devolveré transformados por el Amor. No te lamentes por tus pensamientos ni creas en pérdidas de ningún tipo. De esta manera todo lo que ya has recibi­do será recordado en esta hora de la segunda venida de Cristo. (Libro Curso de Amor)

AMADO DIOS :
Te entrego este instante santo
Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.

1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. 3Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. 4Él está a cargo a petición mía. 5Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.(Curso de Milagros)


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